Unos locales con mucho ritmo

El bajista Ricardo Piñero regenta desde hace un año un negocio "del sector cultura puro y duro", una nave dividida en diez habitáculos que alquila a distintos grupos musicales para que puedan ensayar en ellos

El bajista flamenco, Ricardo Piñero, en la puerta de su negocio, 'Los locales', situado en el polígono industrial de El Portal.
El bajista flamenco, Ricardo Piñero, en la puerta de su negocio, 'Los locales', situado en el polígono industrial de El Portal.

Cuando Ricardo Piñero volvió de su larga estancia en Barcelona, ya "barruntaba" en la cabeza la idea de crear un negocio que fomentara la cultura en su ciudad natal. En la capital catalana adquirió una gran base musical, pues allí pasó diez años estudiando en el 'Taller de musics' de Barcelona, donde se especializó en el bajo flamenco de la mano de maestros como Mariano Martos y Carles Benavent, llegando incluso a dar clases en este taller. En la Ciudad Condal también trabajó con la cantaora Montse Cortés, con el guitarrista Diego Cortés y con distintas formaciones en el tablao 'Los Tarantos'. Ya en Jerez, ha sumado a su currículum artístico colaboraciones con los guitarristas Domingo Rubichi, Antonio Rey y Francisco León, o con artistas del mundo del jazz como Luis Balaguer. Todo un lujo al alcance de muy pocos.

Una vez instalado en la ciudad, Ricardo no lo dudó a la hora de abrir su propio negocio. La idea era crear un espacio con pequeños locales a los que pudiera acudir cualquier aficionado a la música para ensayar. Para ello tiene habilitada una nave en El Portal, de unos 220 metros cuadrados, dividida en diez pequeños locales, cinco de 15 metros cuadrados y otros cinco de 17, todos ellos aislados acústicamente, con puertas reforzadas, una buena cantidad de enchufes y aire acondicionado.

En estos momentos, Ricardo tiene alquilados ocho de sus diez locales, aunque uno se lo ha quedado él para tener su lugar de trabajo y alquilarlo por horas con el material incluido, por lo que afirma sentirse "muy contento" por la aceptación que ha tenido su idea, pues "está dando beneficios después de un año, algo que no todos los empresarios pueden decir en estos momentos".

Aunque el camino para llegar hasta aquí no ha sido nada fácil, pues para llevar a cabo su idea ha tenido que hipotecar su casa y pedir un préstamo con el que financiar el proyecto, negocio que más tarde llamaría 'Los locales' y cuyo símbolo lo constituyen dos policías locales, uno tocando un bajo y otro una guitarra. Desde luego imaginación no le falta.

En su negocio, lo primero que buscó es que fuera "un lugar donde viniera gente del sector de la música a ensayar y a estudiar tranquilamente", algo que según sus palabras, ha conseguido, evitando "que se mezcle la paja con la piedra y se me llenara esto de gente que lo único que quiere es no estar en casa de su madre". En sus locales ha creado "un ambiente familiar", pues todos los usuario de este servicio se conocen entre ellos, algo de lo que se congratula el propio Ricardo.

En 'Los locales' ensayan varios grupos de heavy metal -'Saurom', 'Horganza'-, algunos de rock, 'DJ Usack' y por supuesto músicos relacionados con el flamenco, como Carlos Merino, Pedro Pimentel o el propio Ricardo, por lo que define orgulloso a 'Los locales' como "un negocio del sector cultura puro y duro".

Aunque reconoce que al principio tuvo que "educar" a sus potenciales clientes, que consideraban muy caro el servicio. "Alquilo los locales de 15 metros cuadrados por 270 euros y los de 17 metros por 295, algo que está muy bien teniendo en cuenta que pueden venir cuando quieran, tienen electricidad todo el día, es fácil aparcar y en cuanto se estropea algo saben que voy a estar por allí para arreglarlo". Y aunque el margen de beneficio pueda parecer escaso, Ricardo valora muy positivamente que "todo mi tiempo es mío", pues a esa cantidad suma "lo que gano con los bolos que haga, más algunas clases que imparto y varias grabaciones, lo que me da para tener una digna calidad de vida".

Sin embargo, para llegar a gozar de esta "calidad de vida", Ricardo ha tenido que superar distintos obstáculos, como afrontar este negocio sin ningún tipo de ayuda, algo que le parece "muy mal, pues acudí al curso de nuevos emprendedores organizado por el Ayuntamiento y no me sirvió para nada y además no me dieron ningún tipo de ayuda". Por ello cuenta que "tuve que arriesgarme a invertir en este proyecto". También explica que algún tiempo después de la realización de este curso "se supervisó a las personas que montaron negocios y resulta que uno de los pocos que tiene beneficios después de un año soy yo, por lo que creo que se debería estudiar mejor a la persona a la hora de conceder ayudas: he estado diez años en Barcelona, tocando con varios artistas y conozco este 'mundillo'... no es tan difícil ver quién tiene las cosas claras, aunque lleve una camiseta de 'Iron Maiden' y quién no tiene ni idea aunque vista de corbata", critica el bajista jerezano.

Aunque si hay algo que sorprende a un amante de la música como Ricardo es que "no haya ningún evento cultural en Jerez durante el mes de julio", cuando en su opinión, "se podrían contratar grupos de 500 euros, que los hay, para que toquen en las plazas del centro y así atraer turistas".

Pone de ejemplo a Barcelona, "donde actué en un show de flamenco en el que llegaban dos autobuses llenos de turistas, les daban gazpacho de bote y les contaban algo sobre la historia del flamenco. Vale que esto no es flamenco puro y muchos piensen que desmerece el arte, pero en Jerez sería distinto, porque aquí no se hace flamenco malo ni queriendo". Para este jerezano, "la sensación que tengo es que hay un pozo lleno de petróleo en Jerez y que lo tenemos abandonado". "Otra ciudad con este potencial estaría forrada, porque la única industria que tiene ahora mismo Jerez, aunque a muchos les cueste reconocerlo, es la cultural", por lo que lamenta que "mucha gente venga a la ciudad a buscar flamenco y como no conozcan a alguien que los guíe no encuentran nada".

Para remediar en parte este hueco cultural, Ricardo tiene en mente impartir cursos de música moderna a partir de octubre, pues "si no hay trabajo en Jerez habrá que inventárselo".

A finales de septiembre se cumplió un año de la apertura de 'Los locales', por lo que se hizo "una fiestecita" para celebrar el éxito de una iniciativa que "está generando cultura en la ciudad".

stats