Mujeres. Artistas sin más

SIN GÉNERO DE DUDAS

Sala ArteaDiario

JEREZ

Artistas de la exposición 'Sin género de dudas' en ArteaDiario junto a Susana Sánchez Toro y Bernardo Palomo. / Manuel Aranda

He manifestado en numerosas ocasiones que no considero que exista arte de género, aunque muchos se empeñen en diferenciar la creación femenina como una suerte genuina con particularidades distintas a las de lo realizado por artistas hombres. Siempre partiendo de la premisa indiscutible de que sólo hay dos tipos de realidades artísticas: la buena y la mala; todo lo demás no son sino entelequias y dialécticas para llenar papeles en blanco. La creación artística es universal, sin fronteras de ningún tipo; lo que surge sale de un espíritu conformador sin límites, ajeno a diferencias de edad, sexo y religión. Sin embargo existe una constatación ineludible y a la que hay que acudir necesariamente. La industria artística ha estado tradicionalmente llevada por la mujer. Galeristas de prestigio – Juana Mordó, Juana de Aizpuru, Elvira González, Oliva Arauna, Soledad Lorenzo, … -, comisarias, directoras de centros y museos, especialistas y escritoras de arte – Ana Guash, María Corral, Rosina Gómez Baeza, Yolanda Romero, Lourdes Fernández, Victoria Combalia, Estrella de Diego, Elena Vozmediano, Carmen Jiménez… - han diseñado una profesión que ha sido el motor de una producción que, sin ellas, probablemente habría tenido un menor sentido. Sin embargo, en lo que supone la creación, no considero que haya una parcela femenina distinta, en concepto, a la masculina. Son, simple y llanamente, artistas en pleno ejercicio de su profesión. Lo que ocurre es que, últimamente, existen planteamientos interesados desde algunos sectores espurios que quieren fundamentar lo que no tiene excesivo sentido. Además existen pontificadores de la nada que pretenden estar en primera línea de actualidad con exposiciones que ofrecen, según sus misteriosos argumentos, un arte femenino al que se le atribuye no pocos increíbles criterios distintivos. Craso error. Estos pocos favorecedores del feminismo artístico, con una dudosa intencionalidad, sólo tienen credibilidad entre unos sectores ciudadanos absolutamente desinformados que se dejan llevar por unos absurdos criterios de falsa modernidad.

Es cierto y claramente constatable que existe mucho arte realizado por mujeres pero, creo, que sin ninguna característica típicamente feminista. Es un hecho manifiesto del que no se puede dudar. Lo mismo que podría existir un arte hecho por clérigos o por soldados si a estos dos grupos humanos le hubieran dado por dedicarse a lo artístico. Como digo, solamente se puede argumentar dos tipos de artistas y, por extensión dos tipos de obras; los buenas y los que no lo son. Lo demás entelequias de aburridos o de aburridas con ganas de manifestar lo que poco tiene de manifestable. Pero además, hoy, con la política y los politiquillos -seamos justos, más bien, con cierta política y ciertos politiquillos- manejando los interesados hilos para llevar hasta su causa tontas situaciones que sólo convencen a pocos, lo del feminismo y sus acciones, se extralimita y desvirtúa. Por eso, algunos pobres incautos, todavía, acuden a lo de arte femenino. Allá ellos y ellas. Creo que es una consideración totalmente errónea.

Las exposiciones de arte son exposiciones de arte; solamente, sin más tonterías, sin más argumentaciones de pobres interesados; sin más ejercicios rebuscados...sin más planteamientos que los de artistas actuantes. Y esta exposición que se presenta en la sala del DIARIO DE JEREZ, no es más que eso, una muestra que presenta la obra de artistas artistas; sin más. No se ha buscado asuntos espurios intentando modernismo ni tonterías afectas a ciertas consideraciones. El que busque otras cosa, está totalmente equivocado. Son un conjunto de autoras, la mayoría de Jerez, que se han elegido por su condición de artistas en ejercicio; artistas que la gente conoce, que están al cabo de la calle y que han sido elegidas porque se ha considerado que se debía hacer. Creadores de las muchas que existen y que tienen suficientes argumentos para estar en una exposición que se precie. Lo mismo que podrían estar otras con el mismo planteamiento artístico. Son autoras que vienen patrocinando una realidad importante, segura y con dimensión; artistas con muchos registros, trasmisores de los postulados convencidos y convincentes que se dan en la plástica actual; unas artistas que han sido fieles a sí mismoas, que han generado el tejido de una zona poseedora de uno de los mayores entusiasmos creativos que se pueden encontrar. Así se observa, pintura figurativa de amplísimo espectro; pintura no imitativa con los postulados de un abstracto esencial y sucinto; fotografía sin reveses e imposturas y hasta una mínima representación de una escultura que se necesita y se siente necesaria.

La relación, amplia y de variado argumento, nos posiciona en el camino de una exposición que no tiene mayor consideración que la de agrupar pequeñas obras de artistas actuantes. Son las siguientes: Isabel Ortuño, María Luisa Rey, Magdalena Murciano, Patri Díez, Concha Muños, Carmen Chofre, Uta Geub, Rocío Cano, Luisa Porras, Magdalena Bachiller, Beatriz Aranda, Marianela Ruiz, Beatriz Cañete, María Luisa Pemán, Aurora Simo, Pilar Estrade, Mercedes Perea, Serena Fortín, Verónica Sanz, Rocío González, Candela Núñez, Belén Mazuecos, Vanesa Lobo y Belén Smits. Artistas que, sin género de dudas, no son más que artistas.

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