"Me han puesto por delante un cheque en blanco para hablar de las fiestas"

juan peña. cantante

Después de 15 años en Madrid, se ha convertido en 'el cantante de los famosos' y un embajador de la tierra

Tiene 31,8 millones de seguidores en Instagram, todo un 'influencer'

Juan Peña, fotografiado tras la entrevista en el parque González Hontoria.
Juan Peña, fotografiado tras la entrevista en el parque González Hontoria. / Fotos: Vanesa Lobo
Fran Pereira

09 de septiembre 2018 - 01:43

Jerez/-Usted empezó cantando a escondidas de sus padres, y al final...

-(Risas) Sí, porque mis padres querían que yo terminase gestión administrativa, por eso tenía que cantar a escondidas en fiestas privadas.

-Le llaman 'el cantante de los famosos', ¿le molesta?

-Para nada, a mí lo que me gusta es cantar, y eso es lo importante. Yo soy el cantante del pueblo, de Jerez y llevo el nombre de mi tierra por bandera. Puede ser que la gente conocida, me hayan hecho partícipe de sus momentos más especiales, como puede ser cantar el día de su boda, cantar en una pedida de mano, en un aniversario...Y esa gente es la que después ha venido a mis conciertos y me ha apoyado. Al final, lo que se refleja en la prensa es eso, concierto de Juan Peña y ha ido Fulanito y Menganito. Yo me considero cantante de todo el mundo, famoso o no, como digo, lo que me da la vida es cantar y a veces incluso mi timidez la escondo cantando.

-Fíjese cómo es la vida que de fiestas privadas en Jerez ha pasado usted a codearse con grandes estrellas...

-Bueno, yo empecé cantando a gente de la alta sociedad de Jerez, los Domecq, los Bohórquez, los Guardiola, a los Osborne...Y a raíz de esos eventos me fueron viendo gente de Madrid que empezaron a llamarme para sus fiestas y abrirme muchas puertas.

-Hasta que llegó un momento en el que había que marcharse a Madrid...

-Sí, eso fue hace quince años ya. Fue algo que no me pensé y de lo que nunca me he arrepentido, porque cambió mi vida. Además, tuve la suerte de grabar aquel 'Mentías' para la serie 'Arrayán' y de alguna forma resultó ser un punto de inflexión.

-Dicen algunos que hoy día con esto de internet, el artista no tiene por qué instalarse en Madrid, como antes era casi obligatorio para triunfar, ¿qué opina de eso?

-Si quieres triunfar, hay que estar en Madrid. Y eso que en mi caso, cuando yo llegué a Madrid no vivía sus mejores momentos. La crisis ha llegado a todos sitios y en mi profesión hay de todo, mucho bueno, mucho malo y mucho de tó. Lo único que hay que ser es constante, trabajador, serio en tu trabajo, luchar, y creerte que el sueño que persigues se tiene que hacer realidad. A mí nadie me ha regalado nada, y si alguien me ha echado un cable, he intentado devolvérselo con creces. Ahora bien, cuando hay que trabajar, procuro dar el máximo y si teóricamente hay que hacer un pase, al final hago cuatro. Lo poquito que tengo es a base de trabajo, y ahí sigo, todavía tengo muchos retos.

-Y ahora es usted un fijo en las fiestas de famosos...

-Bueno, hay mucha gente que me llama. De alguna forma, tengo ya casi una amistad con muchos de ellos y eso es importante. Gracias a ese trabajo he tenido la oportunidad de cantar con gente como Leona Lewis o de cantarle a estrellas como Leonardo Di Carpio, Denzel Washington, Lenny Kravitz...

-Para usted, ¿qué significa aquella máxima de 'ver, oír y callar'?

-Mira, yo esa máxima la tengo grabada, pero no ahora que me dedico a cantar, sino desde que era pequeño. A mí jamás se me escuchará hablar mal de nadie o de ningún compañero. Yo soy Juan Peña y lucho por lo que hago. Si hay que personas que me abren su casa es porque confían en mí, yo no soy nadie para traicionarlas. Quizás por eso me muevo en los ambientes en los que me muevo. He cantado a los Reyes de España, en barcos privados cantándoles a Adam Sandler, Will Smith...Cuando esas personas te abren sus casas, uno no los puede traicionar. Es más, cuando subo una foto mía con ellos a una red social, siempre pido permiso. Esa es mi fórmula.

-¿Pero nunca ha tenido la tentación?

-Claro que sí. A mí me han puesto por delante un cheque en blanco para hacer una exclusiva hablando de eventos o fiestas concretas en las que yo había estado. A mí jamás en mi vida se me ha pasado eso por la cabeza, y si preguntas, de cien personas, noventa y nueve te dirá que soy de los artistas más discretos que hay. Yo voy a trabajar, no a hablar de nadie. Siempre digo que lo que haga mi mano izquierda, que no se entere la derecha.

-Ha hablado antes de las redes sociales, donde usted es muy activo...

-Sí, hoy día las redes sociales son un elemento más de nuestro trabajo. Date cuenta que, de alguna forma, y casi sin darte cuenta, te conviertes en un 'influencer', y eso tiene sus cosas positivas, sobre todo a la hora de obtener recursos de empresas como marcas de ropa, viajes....Yo procuro cuidar mucho mis redes y la verdad es que funcionan. Por ejemplo, mi concierto de este verano en Marbella lo anunció por redes y a las 72 horas se habían vendido casi todas las entradas.

-No dirán lo mismo los periodistas de la prensa rosa...

-(Risas) Entiendo que no. Es cierto que las redes le han hecho mucho daño porque ahora cualquier artista publica en su red social la foto o lo que quiere, y se hace de manera instantánea.

-Usted está un día cantando en Madrid, otro en Marbella y al siguiente en Dubai o República Dominicana...

-Afortunadamente sí, y es para estar satisfecho. La verdad es que llevo un año muy intenso en cuanto a trabajo. Terminamos 2017 en Santo Domingo, en la República Dominicana, actuando para unos empresarios muy importantes de allí, después he estado en Dubai y bueno, también en muchas ciudades españolas.

-El punto de inflexión ha sido el Starlite de Marbella del que ha hablado antes...

-Sí, para mí ha sido una alegría. La primera vez que canté en el Star Lite de Marbella fue en 2013. Cantar allí era especial porque era una gala y entre el público estaba Víctor Manuel, Ana Belén, Antonio Banderas, Laura Pausini, Juanes...Para mí fue algo muy importante. Desde entonces he tenido oportunidades de actuar pero como ellos te quieren en exclusiva, siempre rechacé la propuesta porque yo en verano, sobre todo en la Costa del Sol, me muevo mucho durante esa época. Pero este año pudimos entendernos y así se cerró todo. Me acordé de Manuel Cortés, el hijo de Chiquetete, con cuya familia tengo buena relación y de Rosario Mohedano, a la que conozco hace tiempo, y actuaron conmigo. También con Jeanette Labro, una cantante cubana que colaboró conmigo en el primer disco.

-Después de 15 años viviendo de esto, ¿cuál ha sido el sitio más extraño en el que ha actuado o las experiencias más curiosas que ha tenido?

-Uff. Bueno, una vez me hicieron cantar en un tentadero, mientras toreaba El Juli y Miguel Ángel Perera. Nosotros estábamos en el ruedo y el toro al lado nuestro. No veas (risas). De experiencia, cuando fuimos a cantar a Flavio Briattore a Cerdeña, que nos equivocamos de isla, y acabamos en otra isla. Imagínate nosotros con los instrumentos por la playa, y sin hablar italiano. Menos mal que nos entendimos con un panadero, nos montó con los bollos hasta llegar a la isla. Ahora que me acuerdo, también una vez tuvimos que cantar en un ascensor, o este verano cuando fuimos a cantarle a unos egipcios encima de una mesa junto a los Gipsy Kings.

-Antes ha hablado de toros. ¿Le gustaría que su hijo se dedicase al toreo?

-Mira, mi hijo lo lleva en la sangre. Su madre es ganadera, su abuelo, una figura del toreo, su tío político es Paco Ureña... El se está criando entre toros y caballos, aunque yo intento tráermelo paca y que se críe entre flamencos (risas). Pero bueno, el tiempo dirá lo que tendrá que ser. Si es por mí prefiero que no lo sea, pero cantante, tampoco.

-Aunque está instalado en Madrid y por pasa tiempo también, por aquello de que su mujer es de allí, en Albacete, ¿necesita Jerez cada cierto tiempo?

-Por supuesto. Todo el que está fuera, necesita Jerez en algún momento del año. A mí me encanta venirme, y seguir haciendo la vida que hacía antes. Además, cuando llega algún evento, como Semana Santa o Feria, me gusta traerme a gente de fuera para que conozca lo nuestro.

-A su hijo también le estará cultivando la cultura de Jerez...

-Sí, la verdad es que cada vez que puedo me lo traigo. Mi mujer y su familia está criada en el campo, es la responsable de la ganadería desde que falleció su padre Dámaso Alonso, y bueno, mi hijo ha crecido también allí, entre otras cosas porque Albacete está a dos horas de Madrid. Pero cada vez que venimos a Jerez, me lo llevo a la playa, me encanta que se vaya con mi padre por la calle Larga...Tiene que tener las raíces de Jerez, porque Jerez tira mucho.

-Cambiemos de tema. Desde que publicó 'Infinito', su cuarto disco, no ha vuelto a meterse en el estudio. ¿Le veremos pronto?

-Sí, mi idea es empezar a grabar en noviembre. Llevo cinco años sin grabar, y no lo he hecho porque no he tenido tiempo. Pero afortunadamente, he seguido trabajando. Me gustaría hacer algún que otro gran concierto y hacer menos privado, pero bueno, ya se verá.

-Este año le hemos visto desarrollar una nueva faceta, la de empresario, ¿qué tal la experiencia?

-La verdad es que sí. Este verano he estado dirigiendo un tablao flamenco con Olivia Valère en Marbella. Ha sido sólo durante el periodo estival y ha sido una experiencia positiva. Además, como siempre hago, he intentado tirar de la gente de Jerez, y por allí han pasado muchos artistas.

De la calle Rendona a La Moraleja

De la calle Rendona a La Moraleja. Así se dibuja parte de la vida de Juan Peña Rodríguez (Jerez, 1980), una persona a la que la fama no se le ha subido a la cabeza. Mantiene sus amigos de su tierra, y tira siempre de su gente cuando hay que subirse al escenario. Por eso, es fácil encontrarlo con su padre Manuel o su madre Tita por la calle Porvera, donde pretende instalarse próximamente cuando venga a Jerez, o en cualquier sitio característico de la zona. Juan, el del medio de tres hermanos, ha sabido hacerse un hueco en el mundo de la música gracias a su perseverancia y su don de gente. Casado con Sonia González, hija del matador de toros, Dámaso González, ambos son padre de un niño de tres años, el pequeño Tristán. Llegó a Madrid hace quince años, una ciudad en la que se movía con facilidad gracias a los contactos mantenidos en Jerez. Así, no es de extrañar que sus primeras actuaciones fuesen en la famosa discoteca Gabana, sin duda un trampolín fundamental en su carrera. De fiesta en fiesta y siempre manteniendo el rigor, Juan Peña es hoy día una persona imprecindible en el mundo del famoseo español, y ha conseguido, cautivar con su encanto y su capacidad para interpretar en el cara a cara, el favor y el cariño de los que le conocen.

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