De por qué aquellos romanos preferían el nombre Lucio
García Romero cierra el ciclo de Historia Antigua y Medieval en los Claustros
El profesor e historiador Francisco Antonio García Romero cerró ayer, en los Claustros, el ciclo dedicado a Historia Antigua y Medieval del curso 'Jerez en sus fuentes', con una conferencia sobre Asta Regia y Ceret a través de las fuentes literarias e historiográficas. García Romero explicó que "no solo contamos con fuentes literarias como Estrabón, Plinio, Mela, César, Livio Marcial o Columela, sino que también pueden traerse a colación los documentos epigráficos y numismáticos de nuestra zona, así como los propios itinerarios romanos o las notas geográficas de Ptolomeo". El profesor añadió que tras "un análisis de la importancia de Hasta Regia en los textos, pasaremos a la ya irrefutable existencia del Ceret romano y de los campos y el vino 'ceretanos'". A este respecto recordó el curioso testimonio de Joaquín Portillo (Concisos recuerdos, 1847): "Jerez de la Frontera, llamada en la antigüedad Asido o Asidonia, fue erigida en los años 420 por Vándalos, vecinos de la Ciudad de Asta Regia; fue fundada ésta el año 1400 antes de la era cristiana, por griegos, capitaneados por Dionisio, cuyo sobrenombre era Baco… A éste se le atribuye el cultivo de las vides…". "Y así se entró de lleno -añadió- en el ager Ceretanus a través de Marcial y el gaditano Columela, analizando los textos en que se menciona la exquisitez de su vino, además de en las inscripciones, las monedas y los testimonios de historiadores del siglo XIX". Marcial: "Que Nepote te sirva vinos ceretanos: creerás que son de Setia. No se los sirve a la masa; sólo con tres amigos los bebe". Columela: "De esto serás tú, Silvino, el primero que pueda darnos testimonio, porque recordarás bien que yo, en el plazo de dos años, he completado la plantación de dos yugadas de viña con los injertos de una sola vid tempranera que posees en tu finca ceretana".
Para concluir, García Romero se centró en los curiosos datos que aporta un estudio del material epigráfico romano hallado en la zona, por el que se llegó a interesantes conclusiones sobre los habitantes en la antigüedad. ¿A qué edad morían nuestros paisanos en esa época? "Pues, como media, a los 38 años y diez meses de vida. Si desglosamos por sexos, un varón hispanorromano del Conventus Gaditanus viviría 39 años y 5 meses, y una gaditana, 38 años y 5 meses". ¿Cuál es el nombre de pila más corriente en la provincia gaditana hace dos mil años? "Sólo podemos referirnos a los varones, que eran los únicos que tenían praenomen. 68 individuos se llamaban Lucio; 40 Gayo; 36 Marco; 28 Quinto; 13 Publio; 6 Aulo; 4 Tito; 3 Tiberio; 3 Sexto; 2 Gneo; 1 Cervio".
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