Un siglo de un artista de la palabra
Camilo José Cela, uno de los grandes del XX, Premio Nobel y autor de 'La colmena' o 'La familia de Pascual Duarte', la novela española más traducida tras el 'Quijote', habría cumplido hoy 100 años
Camilo José Cela, uno de los grandes del siglo XX, hubiera cumplido hoy cien años. Artista de la palabra, vanguardista, bravucón, deslenguado, generoso y tierno a la vez, fue muchos Celas con distintas pieles, pero por encima de todo fue un artista con tinta en las venas que vivió para escribir.
Un destino, el de escritor, al que se aplicó con tesón y disciplina y que lo llevó a transitar, con muchas contradicciones, por el camino del éxito: fue académico y recibió el Premio Nobel, el Cervantes o el Príncipe de Asturias de las Letras entre innumerables galardones y reconocimientos, entre los que se contó también su nombramiento como senador por designación del Rey.
Nacido el 11 de mayo de 1916 en la población gallega de Iria Flavia (Padrón, La Coruña), Cela tuvo una infancia dorada y feliz, como él mismo relató en La rosa, el primer volumen de sus memorias. "Tuve una niñez dorada. De pequeño era tan feliz que, cuando las visitas me preguntaban qué quería ser de mayor, me echaba a llorar porque no quería ser nada, ni siquiera deseaba ser mayor. Me hubiera apuntado a ser niño siempre".
Un bienestar de juventud -sus padres le apoyaban en todo- que lo llevó a caminar firme y seguro en sus propósitos para la vida, acompañado de su tesón y del lema que reza en el escudo familiar: "El que resiste gana". Escritor, actor, poeta, pintor, torero, cineasta, vagabundo, andarín, editor, animador cultural, cartero, judoka, marqués de Ira Flavia... Camilo José Cela fue muchos, y tuvo, casi, una cara pública para cada ocasión. Un Cela que vivió en Galicia, Madrid y Mallorca, que comenzó varias carreras y no terminó ninguna, pero que poseía 20 distinciones como doctor honoris causa, tanto nacionales como internacionales.
Escribió su primer libro de poesía cuando ya había estallado la Guerra Civil, Pisando la dudosa luz del día, en un Madrid asediado. En los años 40, enfermo, escribió La familia de Pascual Duarte, la novela en castellano más traducida en todo el mundo después del Quijote. La obra fue publicada en 1942 y su segunda edición fue censurada, como ocurriría luego con otra de sus cumbres, La colmena.
Censuras que sufrió un Cela que fue él mismo censor en la dictadura de Franco. El hijo del Nobel, Camilo José Cela Conde, se refiere así a este hecho: "Cuando tu cabeza está metida en una espiral de contradicciones, de deseos insatisfechos y de dificultades para salir adelante, te agarras a cualquier clavo ardiendo que aparezca. Unas contradicciones que están en la literatura de mi padre".
En 1944 Cela se casó con Rosario Conde. Luego vendría Viaje a la Alcarria. La pareja se trasladó después, en 1951, a Mallorca. La idea era alejarse del mundo literario madrileño. Comenzó en la isla otra fructífera etapa del escritor, donde dirigió la revista de pensamiento Papeles de Son Armadans.
Obsesionado con Picasso, de quien decía que era la persona que más le había impactado y a quien admiraba profundamente, Cela publicó en 1962 Gavilla de fábulas sin amor, con ilustraciones del pintor malagueño. El afán experimentador unía a estos dos creadores. "Picasso decía que el arte sólo tiene interés si abre nuevos caminos y así lo he entendido yo: el escritor debe abrir nuevos horizontes y tener las tres facultades del alma: la memoria, el entendimiento y la voluntad", manifestó en una entrevista en 2001.
Y es que la escritura de Cela también tiene mucho de obra plástica y de música. Pabellón de reposo, Mrs. Caldwell habla con su hijo, San Camilo, Oficio de tinieblas, Mazurca para dos muertos, Cristo versus Arizona, El asesinato del perdedor, La cruz de San Andrés y su última novela, Madera de boj, escrita en 1999, son los títulos de las novelas de Cela. Por ellas transita su búsqueda oceánica, primero desde el costumbrismo y el tremendismo de posguerra hasta llegar a la vanguardia y la innovación con el lenguaje.
En 1991, el ya Nobel de LIteratura -lo recibió en 1989- se casó con la periodista Marina Castaño. Después inauguró la Fundación que lleva su nombre en su localidad natal, Iria Flavia.
Divertido, grotesto, malhumorado, Cela protagonizó muchas anécdotas y broncas memorables, como el navajazo que decía tener en el trasero por una bronca que él mismo provocó en un viaje a la ciudad marroquí de Casablanca o sus famosas disertaciones televisivas sobre flatulencias al borde la piscina de su domicilio.
A Camilo José Cela se le apagó la voz el 17 de enero de 2002, sin "arrepentirse de nada", como él mismo dijo en una ocasión, porque había logrado lo que se propuso: "Mostrar mi verdad con palabras".
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