La reinvención de Broadway
Mapa de Música | Libros. El teatro musical de Stephen Sondheim
Alberto Mira publica en Akal la primera monografía española sobre Stephen Sondheim
La ficha
El teatro musical de Stephen Sondheim
Alberto Mira
Madrid: Akal, 2024.
331 páginas. 25 €
A principios de los años 1970 el musical de Broadway había colapsado. Coincidiendo con la crisis de la ciudad de Nueva York, con Times Square convertido en el paraíso de las ratas y la Calle 42 en centro de la prostitución, las drogas y el crimen, multitud de teatros habían cerrado y la asistencia a los espectáculos se redujo a la mitad en sólo 4 años (1968-72). En ese ambiente apocalíptico, la figura de Stephen Sondheim (1930-2021) resultó providencial y catártica al impulsar con sus obras una renovación radical del género, que se hizo de repente más serio, adulto, arriesgado y desafiante.
Sondheim tuvo su gran oportunidad en el mundo de Broadway cuando en 1957 fue contratado como letrista para West Side Story, obra por la que fue mundialmente reconocido sobre todo cuando en los años 60 saltó al cine. Para entonces ya había escrito la música y el libreto de una obra, Saturday Night, que quedaría inédita hasta su presentación en Londres en 1997, y en los siguientes años produciría varias obras más: Gypsy (1959), A Funny Thing Happened On The Way to the Forum (1962, que pasó también al cine: en España se tituló Golfus de Roma) y Anyone Can Whistle (1964), pero sería Company (1970), su primera colaboración con el dramaturgo Harold Pinter, el aldabonazo que lo colocaría en el mapa teatral neoyorquino y que serviría para redefinir las reglas del género. En Company, la trama argumental pasa a segundo plano, porque lo que importa ahora es el tema. Puede afirmarse que con esta obra nace la comedia musical conceptual.
La comedia musical de Broadway había surgido a principios del siglo XX de una doble fuente: por un lado, la opereta europea en su triple realidad (francesa, vienesa e inglesa) y por el otro, los espectáculos de variedades que florecieron en Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XIX y derivaron en vodeviles y revistas. Se trata de concepciones diferentes del teatro. La opereta apunta a una historia de carácter narrativo, lineal, en la que lo que importa es el argumento; en la revista, la primacía pasa al número musical, que se yuxtapone con otros números, y por tanto quien manda es el intérprete (el Gran Houdini, los hermanos Marx, Chaplin o Buster Keaton se hicieron famosos en este tipo de espectáculos). Desde el gran impacto que en 1928 causó Show boat, el musical americano había apostado por la integración de todos sus elementos en una narración coherente (al estilo de la opereta), y ahora, de repente, con Company el perfil de la revista se hacía dominante. En el resto de obras escritas junto a Pinter (Follies, 1971; A Little Night Music, 1973; Pacific Overtures, 1976; Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street, 1979; Merrily We Roll Along, 1981), como en las realizadas junto a James Lapine, tras el fracaso sin paliativos de la última de las anteriores (Sunday in the Park with George, 1984; Into the Woods, 1987; Assassins, 1990; Passion, 1994), Sondheim varió continuamente de temas y formatos, explorando las diferentes maneras en que podían unirse música y texto, siempre desde un nivel de exigencia y un detallismo absorbentes que lo hicieron no el más popular de los autores de su tiempo (suele achacársele que su música no es muy melódica y resulta difícilmente tarareable), pero sí en uno de los imprescindibles para entender la supervivencia y evolución del musical americano en los últimos cincuenta años.
Alberto Mira ha escrito un libro ejemplar e iluminador sobre la obra de Sondheim, con una primera parte en que se acerca individualmente a todas y cada una de las piezas citadas arriba, y una segunda en la que analiza con escrupuloso detalle muchos de sus números. Un trabajo profundo y estimulante sobre una temática muy poco tratada en la bibliografía musical española.
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