La suma sensatez de lo artístico
Diario de las Artes
VÍCTOR GONZÁLEZ
Galería Sorondo Projects
BARCELONA
Víctor González es un jovencísimo pintor jerezano que, ya, se encuentra en ese segmento importante donde se desarrolla el arte serio y actuante, ese que sienta las bases en lo mejor del arte con mayúsculas y que se aparta de las exuberancias al uso en la profesión y de las infinitas alharacas que algunos pobres insensatos quieren manifestar para ocultar sus pobres realidades. Es artista con una sensatez aplastante y una visión sabia y preclara de lo artístico que llama la atención en un joven de su edad. Es consciente con la realidad de una plástica que debe serenar muchas de sus actuaciones y que él lo hace con intención, sabiduría y suma fortaleza plástica. Sabe lo que quiere y su modo de actuación siempre se desarrolla según su propia consideración sobre el arte. Está al margen de las modas y pinta con un lenguaje tremendamente personal. Víctor González se licenció en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla y pertenece a esa productiva generación de artistas que están saliendo de las tres facultades andaluzas. Con la cerrera recién terminada obtuvo la prestigiosa beca de residencia de la Fundación Antonio Gala de Córdoba. Es joven muy preparado y conocedor profundo del estamento creativo. Tiene una personalidad artística muy acusada y es pintor en quien confiar para saber por donde discurre la realidad artística. Su obra, ya, es imprescindible en cualquier buen proyecto expositivo donde se presente la creación más nueva; asimismo son bastantes las importantes muestras colectivas donde su nombre es seguro valor. Ha trabajado en Italia y en el Reino Unido y su obra fue expuesta en la Royal Academy de Londres. Es, por tanto, un artista tremendamente juicioso que está dejando el estamento emergente para convertirse en una absoluta realidad a tener muy en cuenta.
En estos días, Víctor González ha inaugurado una exposición en la galería Sorondo de Barcelona; galería que apuesta claramente por los artistas jóvenes que más tienen que decir y que ofrecen las argumentaciones más seguras. Su obra ocupa espacio con otros dos jóvenes de capital importancia en el contexto nuevo del arte, el mexicano Francisco Muñoz y el santanderino José María de Aurora; artistas que son, también, referencia absoluta del arte joven.
La obra de Víctor González goza de una particularidad muy definida; es pintura pintura, patrocinada desde un lenguaje tremendamente personal donde sus posiciones son únicas e intransferibles. Se trata de una obra eminentemente abstracta, aparentemente reducida a los registros del color, también a un estricto sentido de lo geométrico. Estructuras cromáticas muy bien acondicionadas en unos esquemas que plantean desenlaces visuales para transportar a espacios que se antojan metafísicos, en los que lo real parece intuirse o, al menos, aportar una sintética referencia. Campos de color que aumentan y disminuyen sus gradaciones hasta delimitar unas posibles superficies arquitectónicas de fuerte poder evocador.
La pintura de Víctor González es el claro testimonio del arte por el arte. Es una poderosísima manifestación plástica, con la fuerza del color postulando su realidad material, su rigurosidad formal, hasta su inquietante racionalidad. Estamos ante la pintura de un artista dominador de toda la escena compositiva, con las ideas muy claras, que se vale de la esencia cromática y la incidencia de la luz para configurar una realidad plástica llena del más estricto sentido artístico.
La exposición de Víctor González en la galería que dirige Juliana Sorondo nos conduce por una obra de gran racionalidad artística, plástica y estética; esa que ofrece el valor contundente y definitivo del color y de las estructuras geométricas; además, su pintura nos adentra por los postulados inquietantes de lo íntimo, aquello que desde la mediatez de la emoción acerca a una creciente espiritualidad; en definitiva, una obra total que se circunscribe a una pintura sin resquicios, seria, acertada y consciente.
El arte que se hace en Jerez, abierto, poderoso, lleno de entidad y hasta trascendencia, tiene en Víctor González uno de sus más firmes valores; un artista joven que está llegando a esos segmentos libres donde se asienta lo mejor de la creación. Artista que nos hace vislumbrar horizontes llenos de diáfanas perspectivas donde lo más sensato del arte actual encuentra acomodo. Se trata de un pintor total que, ya, ha superado todas las etapas emergentes para consolidarse en un arte al que él otorga máxima entidad.
De nuevo el DIARIO DE LAS ARTES se llena con la importante referencia a uno de los artistas jerezanos que triunfa fuera de nuestras fronteras. Ya hemos comentado en muchísimas ocasiones el excelente momento por el que pasa el arte que se hace en esta ciudad. Artistas de Jerez de importantísima calidad muestran su trabajo en centros de manifiesta significación en el panorama artístico nacional, dejando constancia de la trascendencia de una creación abierta que ellos asumen con el máximo entusiasmo y le otorgan una entidad que no pasa inadvertida en el contexto general del arte español. Ana Barriga se encuentra exponiendo en Los Ángeles; Eduardo Millán en el nuevo MUREC -Museo del Realismo Español Contemporáneo- de Almería; Cristina Mejías se presenta en los foros más decisivos del arte español; Víctor González es uno de los finalistas de la presente edición del Premio BMW de pintura, probablemente, de los de mayor significación que existen en nuestro país y, además, como estamos refiriendo,exponiendo en una importante galería de Barcelona. Cuatro artistas jerezanos, en plena juventud, que se posicionan en los más claros estamentos de la contemporaneidad creativa y que son el ejemplo claro de la privilegiada posición en la que se encuentra el arte que se realiza en esta ciudad con artistas de muchísima, muchísima, capacidad y en pleno proceso creativo.
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