En el 150 aniversario de Manuel Machado

En este 2024 se conmemora el 150 aniversario del nacimiento del mayor de los dos famosos hermanos Machado; Manuel quien, junto –como siempre lo estuvieron en vida- a su hermano Antonio, son protagonistas de la exposición que el Rey inauguró el Pasado lunes en Sevilla, en una organización de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras de la capital Hispalense, gracias a los fondos de la Fundación Unicaja y el de la Real Academia Burgense de Historia y Bellas Artes, además de colecciones privadas que se suman a la exposición Los Machado. Retrato de Familia, una muestra que podrá contemplarse en la Real Fábrica de Artillería hasta el 22 del próximo diciembre.

La coincidencia del aniversario con la citada muestra ¿resta importancia a la efeméride de Manuel?; no lo creo. Aún cuando a la hora de pergeñar este comentario mi intención sea la de centrarme en la figura de Manuel Machado, eclipsado su nombre y su obra –por motivos que no voy a tratar-, a favor de su hermano Antonio. Manuel debió ser, de los dos hermanos, el mayor seguidor de la producción de su padre, Manuel Machado Álvarez “Demófilo”, folklorista y flamencólogo reconocido y aplaudido. Es posible que ese seguimiento a la obra de su padre, Manuel sintiera la necesidad para escribir “Cantares”: “Vino, sentimiento, guitarra y poesía/hacen los cantares de la patria mía…/ Cantares…/ Quien dice cantares, dice Andalucía”. O aquella otra que reza así: “Hasta que el pueblo las canta, las coplas, coplas no son/y cuando las canta el pueblo,/ya nadie sabe el autor/. Tal es la gloria, Guillén, de los que escriben cantares:/oír decir a la gente/ que no los ha escrito nadie”.

Una abultada parte de la producción poética de Manuel Machado aborda el mundo de la copla y del arte flamenco, de ahí que a no dudar debió influir en su hermano Antonio para entre los dos dedicar tiempo y trabajo al teatro y hacer, entre otros títulos “La Lola se va a los Puertos”, una comedia en tres actos y en verso que ha sido llevada al cine –recuerdo en dos ocasiones-, teniendo por protagonistas a Juanita Reina y Rocío Jurado, respectivamente. “La Lola./La Lola se va a los Puertos,/la Isla se queda sola”. Así termina la función; después, o antes, escribió el popular poema en toda su amplitud con el mismo título que le dieron ambos hermanos a la obra de teatro.

Claro que la obra poética de Manuel Machado no estuvo al completo dedicada a temas flamencos, folklóricos o andaluces, aun cuando siempre tiró para Andalucía. ‘Castilla’ es el poema que, especialistas en el estudio de la obra del sevillano ha sido valorado como uno de los más perfectos –en fondo y forma- de toda la poesía española: “El ciego sol se estrella/en las duras aristas de las armas/, llaga de luz los petos y espaldares/y llamea en las puntas de las lanzas. El ciego sol, la sed y la fatiga. /Por la terrible estepa castellana,/al destierro, con doce de los suyos –polvo, sudor y hierro-,el Cid cabalga”.

La españolidad –como su andalucismo- fueron entrañados lazos que Manuel Machado mantuvo en el discurrir de su vida por el ancho mundo y que, cuando pudo y quiso reflejó en su “Adelfos”: “Yo soy como las gentes que a mi tierra vinieron/-soy de la raza mora, vieja amiga del Sol,/que todo lo ganaron y todo lo perdieron./Tengo el alma de nardo del árabe español”.

No tengo conocimiento del año en el que escribió “Resuena Falla” –tampoco importan año, mes y día- importan la fecundidad creativa del poeta, su amor al arte y el valor dado a otros artistas de otras ramas: la música por ejemplo “Manuel de Falla… Manuel/de Cádiz y de Sevilla./Manuel de la siguiriya,/ de la almendra y del clavel”.

Los Machado.Retrato de Familia es –debe ser- el homenaje que Sevilla, Andalucía, España y el mundo rinden a la obra inmortal de los hermanos Manuel –en su 150 aniversario-y Antonio Machado.