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Tribuna Económica
Vivimos tiempos de fiebre y finanzas locas, o al menos temerarias. Los años 2020 y 2021 han sido los del surrealismo financiero: caídas brutales de las cotizaciones han convivido con fenómenos como el boom del precio de las criptomonedas y millones de usuarios de Reddit asaltando Wall Street y aguando la fiesta a los grandes inversores. Todo ello en un contexto en que el exceso de liquidez y las bajas rentabilidades han propiciado la huida de los inversores hacia el máximo riesgo. Son también los años de la euforia de las SPAC (compañías con propósito especial de adquisición) que están creando una gran burbuja y sobrecalentando el mercado de adquisiciones y fusiones en Estados Unidos.
La SPAC es una empresa sin actividad operativa, creada por un promotor para captar dinero mediante una oferta pública de acciones en el mercado bursátil, con el único objetivo de adquirir con el dinero captado una empresa no cotizada. Es una alternativa a la salida a bolsa tradicional, pero más ágil, menos costosa y con menos trámites . Las SPAC están revolucionando el mercado bursátil de Estados Unidos y con menor intensidad los de Londres, París y Milán. En España todavía no. En el año 2020 el 50% de los estrenos en bolsa de Estados Unidos estuvieron protagonizados por SPAC. Al mes de marzo de 2021 las SPAC han superado la cifra de todo el año 2020. En el año 2020 compraron empresas de sanidad y biotecnología, en 2021 tecnológicas, energía renovable, movilidad eléctrica etcétera.
El auge de las SPAC es debido a su atracción para el promotor, para la compañía adquirida y para los inversores iniciales. El promotor es quien aporta el capital inicial, ejecuta la oferta pública de acciones y la elección y adquisición de la empresa objetivo. El promotor (banco de inversiones, fondo de inversión o private equity) es el más beneficiado, ya que tiene derecho al 20% del capital a un precio inferior al resto de los inversores, es el que cobra las comisiones y el que obtiene mayor beneficio por plusvalías. Los inversores iniciales son los siguientes beneficiados por tener mejor precio de compra de las acciones que los finalistas, en muy poco tiempo. El tiempo medio de una operación de adquisición es tan solo de 175 días. Las empresas adquiridas se benefician del menor coste, la mayor agilidad y la mayor certeza. Transcurridos dos años sin que la operación se haya realizado, los inversores pueden pedir la devolución de su dinero.
A las SPAC se las denomina "compañías de cheque en blanco". El promotor, transcurrido el tiempo límite de dos años puede verse forzado a una adquisición forzosa, no conveniente para los inversores. Los inversores finalistas serán los más perjudicados. En la actualidad la SEC de EEUU está intentando acotar la autonomía del promotor, exigiendo una mayor transparencia e información. En cuanto a la valoración de las SPAC, unos opinan que son un revulsivo favorable para impulsar las adquisiciones, fusiones y proyectos empresariales. Otros por el contrario opinan que la explosión de la próxima burbuja tendrá su primer objetivo en las SPAC. De ser esto así, cuanto más tarden en llegar a España, mejor.
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