Importante la hermandad; cofradía lo accesorio

Desde supuEsto es algo sin duda que saben bien quienes son y se sienten miembros de una de estas Corporaciones penitenciales, aunque ello no les impide sentir la misma frustración que padecen la mayoría de los no cofrades cuando, como en este año, la lluvia, el mal tiempo, el frío o el viento; que aquí sopla a veces con fuerza desmedida, impide la presencia de las Cofradías de la calle, dejando una inevitable sensación de vacío en el conjunto de la población y perjudicando, de forma importante, a quienes de estos días santos hacen cada año una oportunidad de negocio…

Y es que durante la Semana Santa, bares, restaurantes y cientos de improvisados vendedores encuentran, como es sabido de todos, la gran oportunidad de realizar unas ventas extraordinarias que, en bastantes ocasiones les permiten sacar adelante su economía, para buena parte del año, cosa que no ocurre cuando una meteorología adversa invita a muchas personas a quedarse en su casa, provoca la suspensión de las procesiones previstas para cada día de la semana, hace desagradable la presencia en palcos y sillas y naturalmente altera cualquier previsión positiva que previamente se haya hecho…

Y, por ejemplo, lo mismo que muchos abonados se cuestionan si por parte del organismo cofrade no podría tenerse un gesto de compensación con quienes puntualmente acuden a renovar su palco en situaciones como la vivida este mismo año, bueno será resaltar que la suspensión de la salida procesional para los miembros de una Hermandad, por mucho dolor que les pueda causar, tiene que ser asumida como un ejercicio de responsabilidad ya que una cosa es la manifestación externa de la devoción a una imagen; es decir la procesión y otra muy distinta y ciertamente esencial para la corporación el vivir durante todo un año; como tantos y tantos miembros de hermandes hacen aquí y en otros muchos lugares del mundo, la vida de la Corporación, sus actividades de todo tipo, su colaboración con la parroquia, su apoyo a las labores asistenciales y benéficas que la misma realice y por supuesto su participación en sus cultos…

Porque de todo este mundo, al margen de la tristeza que por causa del mal tiempo pueda ocasionar el quedarse en el interior del templo, tras todo un año de impaciente e ilusionada espera, al margen del indudable perjuicio que la lluvia ocasiona a tantos como tienen en estas fechas la oportunidad de incrementar su negocio, a pesar de la frustración colectiva que la adversa climatología origina en el conjunto de la ciudadanía, lo esencial de todo esto, si se analiza con rigor y seriedad no es que se salga o no se salga ya que las Corporaciones penitenciales, como ya indica el titular de este Bienteveo final de la Semana Santa de 2024, tienen apreciablemente dos caras; la permanente que es la vida diaria da la Hermandad y otra ciertamente accesoria que es, con periodicidad anual, cuando aquella se convierte en Cofradía…

Reflexionen en esto tantos como a lo peor tienen equivocada su percepción cofrade…

Y feliz Semana Santa 2025.