María León

Las dos últimas series de producción propia de Movistar Plus + dan lustre al catálogo de la plataforma aunque no sean de esos títulos que susciten voracidad general. Son dos ficciones para ver con cierto reposo y concentración, con capítulos nada extensos y que calibran la estabilidad de ese salto de calidad en la ficción española a través de géneros tratados con mucho respeto y calidad en todo el proceso de producción

Por un lado está el drama El hijo zurdo, con María León, creada y dirigida por Javier Cobos. Tiene duración de largometraje generoso este pozo existencial de una desesperada mujer de clase adinerada sevillana que termina de bruces ante la realidad entre un hijo suicida, un matrimonio que naufragó años atrás y una ausencia de motivos para vivir que se aliña con dosis de alcohol. Un trabajo angustioso en las formas y asombroso en el tratamiento de unos buenos conocedores de los tuétanos sociales sevillanos. Se ven del tirón (hay que prestarle su atención) esos seis capítulos donde también hay que destacar el trabajo de Tamara Casellas. El hijo zurdo, adaptación literaria de la novela de Rosario Izquierdo, tal vez merecía una profundización de las tramas, aún más, y un retrato más completo de algunos personajes del mosaico. No tuvo que ser un rodaje fácil el de María León por el profundo ahogamiento sentimental de su personaje, aunque se pudiera caer en la tentación así de justificar lo que le sucedió en la vida real con la policía sevillana una madrugada al culminar la grabación.

También en Movistar Plus + acaba de estrenarse este jueves La Unidad. Kabul, la élite policial antiterrorista española a través de la visión de Dani de la Torre y Alberto Marini. Una tercera tanda en la que el atolladero de Afganistán se muestra en su esplendor aunque estemos contemplando paisajes almerienses. El drama se conjuga con la acción en unas nuevas entregas donde los exteriores mandan, de forma además muy creíble, y en la que narración se extiende de forma hábil.