‘Rigor caloris’

06 de junio 2024 - 00:15

Los sobresaltos están a la orden del día. Más, cuando hablamos del tiempo que nos toca vivir. Lo del cuarenta de mayo se ha convertido en una falacia porque cada vez es más temprana la llegada en bloque del calor y de las altas temperaturas. No se trata de que nos asustemos ni que pongamos el grito en el cielo, nunca mejor dicho, porque la meteorología haya llegado a un punto en que nos sorprenda bastante por los cambios que estamos sufriendo.

En invierno, por las pobres condiciones que tenemos por estos lares para refugiarnos del frío y de las temperaturas bajas, pero cuando llega mayo con su tórrido mensaje de calor inesperado sin que nos hayamos ido acostumbrando, es cuando, más claro tenemos que este siglo XXI va a ser especial. Señales tenemos y consecuencias también. Lo significativo es que no estemos al tanto de las novedades y seamos incapaces de ambientar y acondicionar autobuses, oficinas de los ayuntamientos y escuelas o institutos. Más bien, se han tomado medidas a la ligera, sin contar con buenos técnicos, con falta de criterio domótico y sin medidas preventivas que tengan en cuenta lugares donde hay una mayor cantidad de densidad de personas y que sufren los rigores del calor llegadas estas fechas. Los centros escolares, las habitaciones de hospitales o las oficinas de los servicios públicos deberían tener prioridad en este tema. Muchos administrativos, críos, profesorado y personal de muchas oficinas son los afectados.

El intento de dotar de aire acondicionado eficaz a muchos espacios públicos debe ser una prioridad del sistema. Más, cuando a pocos kilómetros, subiendo Despeñaperros, en media Europa, Cataluña o países cercanos, están a la vanguardia de sistemas de acondicionamiento que además son saludables. Lo raro es que en las zonas donde, por latitud, se sabe que el problema es más acuciante y crónico, las medidas brillen por su ausencia. Para helarnos y no creer nada.

stats