El parqué
Álvaro Romero
Descensos moderados
Esta es la atribución de Madre de Dios, definido en el año 431 en el Concilio de Éfeso. En toda la historia de la Iglesia se ha discutido, a veces broncamente, con muertes de por medio, sobre el papel atribuido a María de Nazaret. De María, esposa de José, embarazada sin haber tenido contacto carnal con el aún “su novio”. Se sabe que vivió en el entorno de opresión y explotación del ejército romano y los judíos colaboracionistas. Como mujer de su época, vivió criando a su Hijo, cosiendo, yendo al mercado, yendo al templo a rezar como buena judía. Cuando fue a ver a su prima Isabel, ambas embarazadas, expresó un antiguo canto, que entre otras cosas dice así: “…Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide desnudos…” María con su delantal y sus manos mojadas de lavar la ropa, viendo las atrocidades de los romanos.
A esta especial y buena mujer, le colocan grandes coronas, como las siguientes: Rocío: 4,5 Kg de oro de 22 kilates; Virgen del Valle: 1.700 diamantes, 45 aguas marinas…; Virgen del Carmen en 1922: La ráfaga de oro de ley, 10.000 piedras preciosas, 6,5 kg de peso; Las Angustias de Granada: 5 kg de oro macizo, 271 perlas, 1.155 brillantes, 2.419 diamantes rosas, 240 esmeraldas, 266 rubíes, 94 granates, 93 topacios, 12 amatistas. 9 zafiros y 1 jacinto. De los Reyes en 1904: 2.255 gr de oro, gran perla irregular… y sigue…
Por favor un respeto a María, Madre de Dios y Madre nuestra.
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