Zambombas omnívoras

21 de diciembre 2023 - 01:00

Si hay algo cierto en los últimos días, no es ni el futuro de nuestra civilización, ni la bonanza sobre el cambio de clima ni la incertidumbre política entre tantas prebendas o amnistías en función de los intereses creados. Lo evidente es el crecimiento exponencial que ha sufrido el tiempo de adviento como paradigma de la fiesta, la jarana y la algarabía. Sea por llegar al invierno o al solsticio del frío, las cosas se ponen crudas y la gente inventa para resistir.

El ejemplo más flagrante es de las zambombas. Han fagocitado todo lo que se le ha puesto por delante. Han dejado en segundo y tercer plano a todo lo que le rodea con anticipación, nocturnidad y alevosía. Han hecho olvidar las andanzas y las triquiñuelas de Santa Claus de manera que son muy pocos los balcones alcanzados para la causa. Han sido capaces de hacer invisibles los puestos de castañas, a los que ha minimizado y olvidado entre niebla y copita de moscatel. Han hecho que desaparezcan, en un alto número, las visitas a belenes de forma programada por familias y aficionados. Se ha perdido la tradición de quedar con los amigos en los restaurantes en época prenavideña consiguiendo que las comidas de empresas tengan que ser con fin de fiesta a la luz de una fogata y con villancicos de fondo.

Han quitado presencia y consumo en los grandes centros comerciales llevándolos hasta el centro de manera subsidiaria. Han restado interés turístico a los caballos, el flamenco y a las bodegas con lo que a las ya tradicionales señas de identidad se les ha añadido otra muy potente. Han conseguido que los tabancos de siempre reciban menos gente y tengan pérdidas. Han desviado la atención de visitantes hacia plazas y peñas y han monopolizado el manejo informativo de las televisiones sobre las fiestas navideñas en Andalucía. Y al séptimo día descansan de tanta indigestión.

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