Jaime Sicilia
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Opinión
Hace una decena de años que el matrimonio francés Therese y Erwam Le Brenn volvió a Jerez -como lo ha vuelto ha hacer en este 2024-, para saludar a sus amigos y de paso poder escuchar algún cantecito que otro, bien en alguna peña flamenca o en el tabanco de la esquina. La visita-vivencial primera de ambos aconteció en 1974 por lo que, en esta de ahora se cumplen cincuenta años, bodas de oro. Pero durante aquella de los diez años citada sirvió para conocernos en el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco adonde acudió de la mano de la peña flamenca ‘Los Cernícalos’, propiciándose el hecho de que le hiciera al matrimonio entrega de uno de los dos trabajos -versión casete- con cuentos de los más diversos autores que grabé en 1985 en Pasarela (Sevilla). Ahora, pasados los diez años, Therese y Erwam han estado, el pasado día 7, sábado, en el acto homenaje a Williams Shakespeare celebrado en el Parque González Hontoria y, gentilmente me han obsequiado con una grabación en CD, captada en 1974 en el domicilio de ‘Tía Bolola’, en el transcurso de una fiesta a la que el matrimonio asistió en unión de miembros de la peña flamenca ‘Los Cernícalos’; ello motiva el título y el resto del contenido de este comentario. En la reunión estuvieron presentes Antonio Benítez Manosalbas, -fundador y presidente de dicha entidad como es sabido en el orbe flamenco jerezano- (cuya solicitud de Hijo Adoptivo de Jerez se ha hecho pública sin obtener hasta el momento ningún tipo de adhesión por parte de profesionales y aficionados), Antonio García ‘El Platero’, ‘Tío Juane’, Juan Henri, Joaquín Rodríguez y otros, muchos de ellos en el recuerdo. También asistió a la reunión Juanata de Jerez, fallecido como resultado de un accidente de circulación, en Madrid, en 1975, un año después del encuentro narrado.
El recibo de la citada grabación -regalo del matrimonio francés-, ha propiciado el hecho de localizar un trabajo discográfico posterior titulado ‘En ca Tía Bolola’, volumen XL de la serie Flamenco y Universidad que tan magistralmente creó y dirigió el jerezano Rafael Infante, catedrático de la Universidad de Sevilla, la capital andaluza en la que residió durante años y en la que falleció. En dicho trabajo se integran algunos de los cantes resultantes de aquella reunión en Jerez de 1974, sumándosele las bulerías, bulerías por soleá y siguiriyas que Antonio Mairena interpreta con Tía Bolola, Rafaela Montoya Dávila de la que el maestro de Mairena del Alcor dijo: “En su forma de cantar estaba la semilla de los cantes de Jerez”.
Con Rafael Infante colaboramos muchos aficionados, algunos en el citado XL ejemplar como Juan Antonio Muñoz Pacheco, procesador y restaurador de los cantes en que toma parte Antonio Mairena así como Pedro Carabante (Peri), autor del diseño, maquetación e ilustración del CD.
He referido los años en los que la información que va a acabar acontecieron los hechos narrados. Cincuenta años de la fiesta en casa de Tía Bolola, diez años de la entrega de la grabación de cuentos al matrimonio francés en el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco, apenas una semana de la respuesta de éstos con dos cds, la aparición del trabajo Flamenco y Universidad volumen XL, a lo que deseo sumar el hecho de que en este 2024 se cumplan así mismo los cuarenta años (1984) del fallecimiento de ‘La Bolola’, nacida en Jerez en 1910 -gitana santiaguera, pequeña y negra como una piconá- en el decir del siempre recordado y amigo Manuel Ríos Ruiz.
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