La banca lastra el Íbex

A la espera hoy del dato de inflación de EEUU de junio, los mercados reflejaron ayer el deterioro de las perspectivas. En Alemania, el índice ZEW de confianza económica cae en julio hasta -53,8 puntos (estimación previa -38,3 puntos), confirmando así el pesimismo. La industria alemana, que basaba gran parte de su crecimiento en el uso de energía a menor coste generada a partir de gas ruso, afronta un elevado retroceso. Con déficit comercial por primera vez desde 1991, crece la probabilidad de recesión para la primera potencia de la Eurozona, cuyo grado dependerá de si se produce finalmente el corte del suministro de gas por parte de Rusia.

Los inversores se mantuvieron también atentos a la evolución de la cotización del euro frente al dólar, que alcanzó la paridad. El euro, lastrado por el creciente riesgo energético y el deterioro de las perspectivas de la eurozona, contrasta con la evolución del dólar, que gana como valor refugio. La depreciación del euro genera más tensión inflacionista.

En España, la sesión estuvo marcada por el anuncio del Gobierno de un nuevo impuesto sobre los beneficios de las entidades financieras y las empresas energéticas con el objetivo de aumentar la recaudación por un total de 3.500 millones de euros. Estos tributos, que se extenderán hasta 2024, afectarán a las empresas con una facturación anual superior a 1.000 millones. La medida provocó que el Íbex cerrase por debajo de 8.100 puntos tras caer un 0,62%. Las mayores caídas fueron para en Caixabank (-8,63%), Sabadell (-7,44%) y Repsol (-5,73%).