Tercer recorte de la Fed en 2024
Mi cáncer, el miedo. Eddy y Ángel
En el año dos mil, noté que después de comer el bolo alimenticio no pasaba del primer tramo del recorrido. Yo tenía interés en llegar a ese año nuevo siglo nuevo y milenio nuevo. Mi médico de cabecera, Manuel Blanco, amigo de juventud, me envió a “digestivo” del Hospital de Jerez. Endoscopia y detección de un cáncer linfático. Empecé a llorar, se lo conté a mi esposa, llorando, se lo dije a mis pequeños hijos, llorando. Lo dije en el banco llorando. Se me derrumbó la librería sicológica en la que tenía los estantes clasificados por temas.
Lloraba, por el miedo a dejar a mi mujer, mis hijos, desamparados. Un día sin previo aviso se presenta en la habitación el Dr. Eddy, me explica con una imagen de instalación eléctrica, qué tipo de cáncer tenía, y como me vio tan desalentado me dijo; “Te vamos a curar por cojones”
Me quedé sorprendido y vi que era un especialista que creía en lo que hacía. Me curó. En ese largo periodo tuve ocasión de conocer al doctor Ángel, y a muchas de las enfermeras que nos atendía durante la quimioterapia. Gracias. Al Dr. Eddy me lo encontraba en el mercado de abastos, en algunas colas de manifestación en defensa de la paz, en favor de los desfavorecido. Al Dr. Ángel lo volví a ver.
Van a ser declarados por los representantes del pueblo de Jerez, hijos adoptivos. Muy merecido lo tienen, al igual que otros ciudadanos que viven en Jerez aportando talento, trabajo, riqueza. Gracias doctores (No podré acudir por dificultad en la movilidad).
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