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Finalizó el pasado ocho de marzo un 29 Festival que bate récords. Para empezar récord de cumplimientos de pagos con los artistas. Es la edición que recupera y mejora el cumplimiento de los pagos con las compañías y artistas. Motivo para felicitar al Ayuntamiento de Jerez gobernado por María José García-Pelayo y a la nueva dirección y equipo del Festival. Carlos Granados hereda y sigue en línea ascendente con buen espíritu y diligencia, no libre de sacrificios, la impecable etapa anterior y buena gestión de Isamay.
Son muchas y muy buenas las alianzas, las instituciones públicas y privadas que participan y se alinean en positivo para que el Festival de Jerez siga siendo la referencia mundial en su sector. Lo mejor del mundo, el mayor escaparate de las artes escénicas se dan lugar en Jerez. La danza, el cante y el toque , el arte goza de un lugar privilegiado, de nuestra ciudad que opta y mira con ilusión a la Capitalidad de la Cultura Europea 2031. Es cierto que para alcanzar esa excelencia deseada debemos seguir trabajando para conseguir determinados objetivos que harán consolidarse esta cita anual, que incluso -recordemos- en la pandemia tuvo la destreza en pro de la cultura y sus artistas de no suspender; mérito de Isamay , el equipo del Festival y el gobierno anterior del PSOE ¿Verdad Paco? “Ay que te quiero nene”. La aspiración a seguir siendo el mejor de los festivales de artes escénicas, danza, cante y toque significa el posicionamiento definitivo de Jerez como motor cultural que atrae a cientos de miles de aficionados y aficionadas con la industria que esto supone. Obvia decir de nuevo que este ecosistema que crea el Festival de Jerez durante quince días es excepcional. Ojalá nuestra alcaldesa hubiera visto en primera persona el extraordinario ambiente que se ha generado día tras día dentro y fuera del Teatro Villamarta.
El teatro lleno a rebosar con asistencia continuada de más de mil doscientas personas cada día durante quince días. En palabras de empresarios de la ciudad : “ojalá este festival durara todo el año” y en palabras de aficionados a la lírica manifestaban que “ojalá la lírica tuviera un festival de quince días continuados en Jerez de este calado con afluencia de más de mil personas congregadas y provenientes de más de cuarenta países del mundo”. Sin duda una experiencia que sería imprescindible que pudiera haber experimentado nuestra principal autoridad. Que, sabemos está muy implicada, pero que debe conocer de primera mano para tomar el verdadero pulso a la situación, cuanto significa y la importancia que tiene para nuestra ciudad.
Es tan importante atenderlo y dotarlo de recursos que el festival necesita un segundo espacio escénico de unas cuatrocientas personas de aforo y con los requisitos técnicos necesarios para desarrollar allí como merece esta cita y nuestra ciudad cultural las propuestas artísticas, los espectáculos. Es la oportunidad para identificar y dotar a la ciudad a la que vienen las mejores y más importantes compañías y creadores, creadoras de danza, de arte, de un espacio de creación de artes escénicas. Donde hacer residencias artísticas, salas de ensayos, procesos creativos, preestreno... Para ello hay cascos de bodegas jerezanas ociosos y otros edificios que podrían acogerlo, crearlo en común acuerdo, a varias bandas, con instituciones públicas y privadas. Esta es una propuesta necesaria y CAPITAL para que Jerez sea en realidad el epicentro y el centro neurálgico de la cultura con todo lo que esto beneficiaría a la cultura, a los artistas, al tejido empresarial y a las familias jerezanas… y vaya usté condió.
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