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Museum Selfie Day. Ha leído usted bien. El Día Mundial del Selfie en los Museos tiene lugar el tercer miércoles del mes de enero, o sea hoy 15. De este modo quieren acercar al gran público todo tipo de museos y galerías de arte. Vale. También están: el Día de las Palomitas de Maíz, Día Internacional del Pantalón de Chándal, Día del Café Irlandés. Incluso el Día de la Extracción de Leche Materna. Hay días para todo, sin duda. Hasta un Día para la Neutralidad: ni para ti ni para mí. La Naciones Unidas se dedican a estas cosas; no hay otras más importantes. Supongo que de este modo sensibilizan sobre el tema propuesto. Me afecta mucho el Día del Hijo de En Medio, el hijo ‘sándwich’, siempre tan olvidado; el día del ‘Hijo Pródigo’, sin embargo, sólo lo he podido encontrar en el cuarto Domingo de Cuaresma; el Día Internacional del Beso, transcendental ¿qué sería de nosotros sin besos? Hasta hay un Día para el Soltero, como en Zamarramala, que hay un Día en que manda la mujer.
El Día Mundial de las Elecciones debe ser el día más feliz de los ingenuos. Aquí llevamos ya unas cuantas, y de esta guisa vamos degenerando. El 10 de enero se celebró el Día Mundial de la Gente Peculiar ¿no es curioso? Hasta la COPE le dedicó su emisión mañanera. Supongo que es un bonito modo de calificar a quienes no tienen calificativo ¡Buena técnica de integración! Pero no te asustes, el próximo 22 de enero será el Día Mundial de Responder las Preguntas de tu Gato. Así, tal cual. Y ahora ¿qué? Hay días para todo: días para olvidar, días inolvidables, días que no saldrías de la cama. Hay días y días. Se me eriza el cuero cabelludo de sólo pensarlo. Por cierto, también existe el Día Mundial del Pelo; y el Día Mundial de los Calvos; y el del Pelirrojo ¿Quién da más?
La ONU tiene mucha sensibilidad, y no digamos los 1700 españoles que allí trabajan de pescuezo. Cuando los funcionarios de tan alto organismo se exprimen el cerebro nacen los ‘Días Mundiales’ dedicados a cualquier cosa: Día del Pene, por ejemplo, que en Japón hace furor cuando una figura de 2 metros y medio de alto, tallada en madera, es trasladada desde la pagola masculina hasta la femenina. Me entusiasma, especialmente, uno de los grandes logros feministas de los últimos tiempos (1992) cuando, Mary Evans Young, alertaba al mundo de los peligros de los trastornos alimentarios que provocaba la industria de la dietética. Ahí está la tía estableciendo el Día Mundial de Saltarse la Dieta. Que sí, mujer, que hay que darse un respiro. Gracias, Mary.
Gozo con todas estas ingeniosidades tan ocurrentes, y cuando pensaba que lo había visto todo, veo que hay un Día Mundial de Saltar en los Charcos ¡qué felicidad me entró! Me puse las botas de agua y al lío. Hablando de aguas: hay un Día Mundial del Inodoro ¡qué importante! Con estas cosas sólo te entran ganas de quedarte tumbado ¡qué pereza intelectual! Ni por esas. También hay un Día Mundial de Quedarse en Casa. Veneraré este día con pijama y orinal. Lo dicho, me quedaré sólo y Brindaré en el Dia Mundial de los que se quedan Solos. A lo sumo cogeré el perro y celebraré el Día Mundial de Llevar la Mascota al Trabajo. Por supuesto señalado.
Cada día tiene su afán. Que se lo pregunten a los meteorólogos, que también tienen su día: Día Mundial del Hombre del Tiempo. No se escapa nadie. El calendario globalista se está constituyendo con los parámetros Woke, más acordes con la sensibilidad moderna. El inodoro, como he reseñado, es ya más celebrativo que el día de la Encarnación; si bien tiene mucho que ver con el hombre en su ‘descendere ad inferos’. El aplauso unánime de la Asamblea de la Naciones Unidas da una muestra de por dónde van los tiros. La permisividad ha llevado al decaimiento moral que corroe los pilares de la cultura occidental.
Lo grave radica en que todo esto se propicia desde las instituciones intelectuales que debieran ser indicadoras de otra cosa más elevada. Ahí estamos, con una ONU rastrera más preocupada en dar pábulo a ideologías espurias que de abordar los auténticos problemas que atosigan al hombre y su entorno. Las partículas ‘woke’ lo impregnan todo: ideología de género, catastrofismo climático, totalitarismo y ateísmo. Detrás de todos esos ‘Días Internacionales’ tan graciosos, que nos sirven de chanza, hay una visión muy precisa de la Humanidad, que, a través de las Naciones Unidas (nada neutrales y muy poco unidas) quieren fijar como normas para la vida cotidiana del planeta, como una pseudo religión que ambiciona implantar un ‘hombre nuevo’ y, por su puesto, expulsar a Dios de la Tierra.
Digo la ONU como digo la UNESCO, que intenta, como organización dependiente de Naciones Unidas, establecer medidas con carácter general sobre la cultura y la educación de los pueblos. Estas son sus armas, que las saben utilizar desde la inoculación de principios aparentemente banales, pero llenos de manipulación manifiesta ¡Ojo al dato!
La Agenda 2030 no ha venido por arte de birlibirloque, viene de instancias de arriba y con intereses muy matemáticos de dominación. Me atrevería a señalar que somos objeto de una ingeniería social altamente sofisticada. Ríe, ríe lo que quieras, pero la máquina ya está en funcionamiento activo con toda la Inteligencia Artificial en marcha. Todavía no he visto que se haya señalado el Día de los que se Extinguen. No tardará. Propongo que se celebre el 32 de diciembre (como diría el recordado J. M.ª Cabodevilla) Lo más adecuado.
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