El parqué
Álvaro Romero
Jornada de subidas
tribuna libre
Tomo vacaciones desde hoy. Trataré de desconectar si puedo en este programa que nunca para, pero antes de hacerlo necesito, este año como ningún otro, dejar un mensaje a los colegas de profesión ahora que llega el tiempo de los homenajes y reconocimientos. Hace falta deciros en voz alta, que entre todos, habéis realizado un trabajo histórico. No sólo por haber contado la vida en un periodo que quedará en los libros sino porque, lo habéis hecho en los formatos más complicados que para ello tiene la televisión, los que se hacen por completo en la calle, justo donde no se debía estar primero y con limitaciones nos dejaron después.
En esa calle en la que no se permitía estar sin unas mascarillas que nos han hurtado la otra pata fundamental de nuestra personalidad, el gesto de la gente ¿Cómo vamos a hacer dos horas diarias de directo sin gente en la calle, sin poder entrar en tantos establecimientos, sin poder acercarnos a nadie? Es la pregunta que nos hacíamos una y otra vez. Cada vez que nos decidíamos por un tema, cada vez que empezaba el día... y siempre que sufrimos la pérdida de un familiar o un amigo, cuando caía contagiado uno de nosotros...
Y seguíais, un día tras otro, convencidos de que en esos momentos más que nunca es cuando nos necesitaban los ciudadanos. No habéis faltado una sola tarde. Ningún imponderable ha podido con vuestro inquebrantable compromiso de servicio público, entrevistando entre balcones, tirando de pértiga, coordinando en videoconferencia, inventando cada día. Ayudó vuestra capacidad creativa permanentemente entrenada durante años. No es extraño que, especiales incluidos, durante un tiempo os sintierais una auténtica unidad periodística de emergencias. Lo habéis logrado además dando protagonismo sólo a quien debe tenerlo, al andaluz anónimo que ha luchado por los suyos como ha podido, a los trabajadores y parados, estudiantes y jubilados, en pueblos y ciudades... Recogiendo la la queja de la calle, resolviendo problemas concretos de los ciudadanos, ayudando a pequeños y medianos empresarios y a autónomos con secciones específicas en las que visibilizabais su trabajo, promocionando el sector hotelero y hostelero, a los emprendedores, resaltando nuestros atractivos medioambientales y gastronómicos...
Por todo ello y por si alguien se olvida en la rutina interminable de los programas que tampoco descansan en verano, quiero hacer valer lo heroico de vuestro compromiso con esta tierra y con nuestra abnegada profesión.
Documentalistas, técnicos, ayudantes, cámaras, productores, reporteros, rastreadores, realizadores, editores... el vuestro también ha sido un trabajo esencial tal como se ha demostrado en innumerables reportajes y experiencias compartidas con los andaluces en este tiempo interminable. Son ellos los que os lo han hecho saber en la calle y en redes sociales en permanentes muestras de afecto con las que tantas veces nos han emocionado.
Por eso, camino ya del programa 6.000 lo vuestro queda para la historia. Es el valor de lo intangible, ese que descansa en la escondida estantería de lo que no tiene precio.
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