Familia feliz

16 de enero 2025 - 03:04

En tiempos donde la familia tradicional está en entredicho, los lazos de unión entre las diferentes generaciones de una misma familia dejan mucho que desear por no decir que se raya en lo inhumano, y la forma en que tratamos a los hijos, los solteros, las viudas o los abuelos pasan por un tiempo de reseteo, estamos asistiendo, de manera anacrónica, a la revolución y celebración multitudinaria de elevar a algunos miembros de la familia a los altares favoreciéndoles de alguna manera velada.

Celebramos atónitos y con gozo la llegada de una auténtica oda al ventajismo y a la veneración sin escrúpulos entre familiares con algún lazo de consanguinidad que consiguen prebendas y beneficios de todo tipo en aras de preservar fortunas, alimentar el goce de apellidos o crear nuevos ricos a costa del erario público.

Un amor fraterno entre algún otro hermano de algún personaje famoso que alcanza puestos de relevancia sin haber opositado como cualquier hijo de vecino, la mayor demostración de amor de pareja con dádivas universitarias para esposas de dirigentes, el famoso caso del novio de la novia madrileña que acapara portadas y agranda carpetas de folios judiciales o los innumerables casos de beneficiados de alguna estirpe que agigantan el poder de un parentesco con el famoso cuñado, los primos y las primas de turno o los más afamados casos de suegros, yernos y albaceas que nos salpican de vez en cuando.

Todos conocemos casos cercanos y, por desgracia, con demasiada frecuencia nos llegan demasiadas noticias de otros. Todos comprendemos al ser humano generoso y espléndido, incluso somos partícipes de poder ayudar al prójimo con entrega y dedicación, pero cuando el amor familiar se retuerce hacia intrincados bajos fondos ilegales o hacia el tráfico de influencias de manera descarada, es cuando caemos en la cuenta que el poder es el mejor amigo de la familia.

stats