Como hace 200 años

Se cumplen 200 años de la invasión de España por el ejército francés conocido como “Los Cien Mil Hijos de San Luis”. En 1820, el levantamiento de Riego desde Las Cabezas obligó a Fernando VII (en adelante, F7 con F de Fernando y de felón) a restablecer la Constitución de Cádiz (La Pepa). Ya no era un rey absoluto. Pero el llamado trienio liberal duró poco pues la “modernidad” de la Pepa preocupaba mucho a las grandes monarquías europeas, agrupadas en torno a la Santa Alianza con el objetivo de salvar al absolutismo reinante mediante la contención del liberalismo y el secularismo frutos de la Revolución Francesa. Eso sí, invocando principios cristianos. Así pues en 1823 encargaron a Francia terminar con la libertad de la Pepa y vino lo de los “Cien Mil”, mandados por el Duque de Angulema.

Un paseo militar. Lo que Napoleón no había conseguido en seis años, lo logró Angulema en seis meses, con la ayuda de algunos guerrilleros españoles, antes enemigos de Napoleón. ¡Qué pueblo este! Paradójicamente la cosa terminó en Cádiz y en El Puerto de Santa María - cuartel general de Angulema - a donde el 1 de octubre llegó un F7 agradecido a los invasores. Enseguida, con su poder absoluto y olvidando sus promesas de concordia y olvido, desencadenó el terror y la represión comenzando la Década Ominosa. España volvía marcha atrás en el tiempo.

Hoy hay en España un ruidoso grupito de “voceros” de ultraderecha -blanqueados por la derecha política sumisa, y poderes económicos y mediáticos- que quieren devolvernos a la época de los retratos en sepia. Su programa se basa en el retroceso en libertades y derechos y el desprecio a las minorías con un recalcitrante machismo. Mejor se les para ya con el arma de los votos. Porque, si no, podemos acabar oyendo “Vivan las caenas” y “Viva la Inquisición”. Como hace 200 años.