‘Hispanobobos’

17 de octubre 2024 - 03:05

Ser antiespañol se ha convertido en una moda. El desprecio a España tiene algo moderno y progresista. Alabar sus bondades es cosa de ultraderechistas y fascistoides. En el parlamento, sus Señorías porfían por parlamentar en cualquier idioma que no sea español. Se admiten las lenguas cooficiales en la Carrera de San Jerónimo, mientras que en los ‘parlamentitos’ autonómicos se prohíbe la lengua cooficial española.

Los andaluces no tenemos idioma propio pero si nos empeñamos no nos entiende ni la madre que nos parió. El futuro pasa por murmullar un andaluz profundo, bien ceceado y huérfano de la mitad de vocales y consonantes. Un ‘illo...,fite...no ni ná’ y que los separatistas se coloquen el pinganillo por donde amargan los pepinos, a saber, por el pedúnculo.

Algo parecido ocurre con la llamada leyenda negra antiespañola. Puede ser comprensible que cuando España era un Imperio en el que no se ponía el sol, el resto reinos o naciones le hicieran publicidad negativa. Ahora se la hacen a los yanquis. Pero lo que no tiene un pase es que los españoles se crean esa leyenda y la propaguen. Eso es de tontos y de ahí que haya surgido el concepto ‘hispanobobo’, para llamar a los memos por su nombre y con claridad.

Semejante patología tiene difícil solución. El mundo hispano sufre una depresión colectiva por una lectura equivocada de su historia. A todos estos ‘hispanobobos’ hay que ponerlos en ‘hispanoterapia’ y explicarles que la mayoría de las acusaciones exageradas sobre España son defectos de sus acusadores. Así, cuando se nos acusa de genocidas, sólo es hábil manera de ocultar al Imperio más genocida de la historia: el anglosajón. Para esa ‘hispanoterapia’ les recomiendo la lectura de la obra ‘Sacro Imperio Romano Hispánico’ del autor de estos nuevos palabros, Alberto Gil Ibáñez.

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