Demasiado importante

El PP ha mantenido un Consejo General del Poder Judicial con una composición que le beneficia y que no se corresponde con lo emanado de las urnas. “Se trata de salvar la independencia de los jueces”, dicen (ahora).

El argumento es grave pues implica que la independencia -que a los jueces se supone- se tambalea al menor soplo de brisa, o sea, si los miembros del CGPJ son propuestos por los partidos políticos. Y uno que ingenuamente pensaba que la justicia era ciega y que se podía confiar en ella… La verdad es que no del todo: nuestro sistema legislativo emite leyes con la suficiente ambigüedad como para que sea muy importante quién es el juez que decide cada caso. Conocida es la habilidad de algunos abogados para presentar denuncias en juzgados y días concretos pues ello va a determinar quién se encarga inicialmente del asunto, marcando su devenir posterior. Nuestra justicia es independiente “relativamente”.

Siendo así, además, en el caso de que “sean los jueces quienes eligen a los jueces”, serán las asociaciones judiciales las que tengan el mayor protagonismo. Y esto ¿no va a condicionar la independencia como en el caso de los partidos políticos? Aquí, el PP barre para casa: la Asociación Profesional de la Magistratura (conservadora) tiene un 45% de los jueces afiliados mientras que Juezas/es para la Democracia (progresista) solo tiene un 15%. ¡Casualidad!

Hay que avanzar en garantizar una mayor independencia de los jueces siempre, no solo para el CGPJ. Y hay que evitar que crezca el elitismo y el aislamiento social de los jueces. Dijo Clemenceau que “la guerra es demasiado importante para dejarla solo en manos de los militares”. Hoy cabría decir que “la justicia es demasiado importante para dejarla solo en manos de los jueces”. El pueblo tiene que participar en la elección de los órganos judiciales.