Ignacio García

Jugando con fuego

Los árboles y el bosque

19 de marzo 2025 - 03:06

Trump ha ordenado que Europa gaste más en armamento y Europa obedece. Sánchez ha declarado que el aumento en gasto militar no traerá recortes en las políticas sociales porque, por un lado, se reasignarán partidas que, aun con otro nombre, ya se destinaban a defensa y, por otro, porque se puede recurrir al endeudamiento. O sea, se reconoce que gasto supuestamente civil era gasto militar y que el sacrosanto límite de deuda (recogido hasta en la Constitución) puede relajarse si conviene. ¿Y por qué no se relaja ese límite para las políticas sociales, la educación, la sanidad…? ¿Por qué no se relaja para retener el enorme talento sanitario que emigra al extranjero por mayor estabilidad y mejores salarios? Se ha llegado a denunciar que oncólogos reciben presiones para no recetar tratamientos caros. ¿Para eso no se pueden reasignar partidas y superar el límite de la deuda?

Todo se justifica en que Donald (no el pato) puede retirar el paraguas militar norteamericano. Pero no se dice que los países europeos ya gastan en defensa cuatro veces más que Rusia. ¿Se está gastando mal? ¿Habría que empezar por ahí? El paraguas militar USA existió y existe porque le conviene a los EEUU, no por altruismo caritativo hacia Europa. Igual que en el siglo XX no les interesaba una Europa dominada por Alemania, nunca les interesará una Europa controlada por Rusia, porque sería un enemigo demasiado poderoso.

A lo mejor, de quien habría realmente que defenderse es de Trump que, por cierto, ya está en las bases militares, especialmente en Andalucía. El aumento en gasto militar es, sobre todo, un negocio para el complejo militar industrial de EEUU, que es el mayor productor y exportador de armas del planeta. Los juegos con fuego – con armas– son siempre peligrosos. Eso lo saben hasta las mejores familias reales.

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