¿Cómo se legisla?

La ley conocida como de “Solo sí es sí” surge, entre otras cosas, como reacción a la sentencia de “La Manada” al considerar que las penas a los violadores eran excesivamente leves. Pero su aplicación da lugar a una cascada de rebajas de penas a delincuentes sexuales, lo que, evidentemente, no estaba en la voluntad del legislador. Luego vino la reforma exprés a la que, con contumacia inexplicable, se opuso el grupo promotor (Podemos).

La ley de Amnistía se elabora para, supuestamente, resolver de una vez por todas el problema catalán (Ay, luego vendrían cosas peores como el concierto económico). Enseguida han surgido jueces que han encontrado recovecos para no aplicar la amnistía a personas a las que iba directamente dirigida. Esto no estaba en la voluntad del legislador.

La ley “Trans” surge para, entre otras cosas, evitar la patologización del cambio de género. Últimamente se han conocido al menos dos casos de hombres agresores a los que puede no aplicarse la agravante de violencia de género por haberse registrado como mujer. Posiblemente, en otros ámbitos (cárceles, deporte, ejército…) haya casos similares. Está claro que esto no estaba en la voluntad del legislador.

¿Se legisla bien en España? ¿Se dejan demasiados cabos sueltos en el texto normativo permitiéndose interpretaciones mediatizadas e ideologizadas al aplicar la Ley? ¿Se va demasiado deprisa?

No vale decir que los jueces son unos machistas. La redacción de la ley no debería dejar tanto resquicio para que los machistas, los que tienen tendencias fascistas o simplemente los aprovechados puedan usarla a su antojo. Y habría que analizar también el papel de los funcionarios que, bajo supuestos criterios técnicos, elaboran la redacción definitiva del texto como asesores – se supone que fieles - de los parlamentarios que promueven las leyes.