Visto y Oído
Broncano
Tribuna libre
Hay libro de cabecera, aquel que su propietario mantiene literalmente en su mesilla de noche- para su frecuente lectura, puede tener como tema su credo político o su confesión religiosa - o lo localiza a la cabecera de los libros de su biblioteca, por dilecto y apreciado.
Hay también libros de sobremesa, aquellos que por su tamaño y hermosa edición - al no caber normalmente en los anaqueles de sus estantes - se dejan caer en las mesas bajas como de decoración. Estos suelen ser de arte, de viajes o de arquitectura.
Y hay desde luego, libros contundentes -en el fondo y en las formas - de temas tan asumidos como del máximo y propio interés de quien los eligió para sí, que se desean tener siempre cerca y por tanto se llevan directamente a la mesa de escribir o lectura.
En esta última enunciada categoría he tenido hasta ahora un par de ejemplares, ambos sobre el Vino de Jerez. El primero "Jerez-Xerez-Sherris", de Manuel Mª González Gordon, preciosa edición de 1935 en el Centenario de su Bodega. Y el segundo "Diccionario del Vino de Jerez", de Julián Pemartin, edición de 1965 - que no por casualidad, sino por causalidad- está dedicado al marqués de Bonanza: 'cuyo libro…ha sido el espíritu vital, la fuente inexhausta de este Diccionario'. Ambos en mi poder - y a mano- desde la citada última fecha, en que entré en el Sector Jerez.
La semana pasada he completado el triunvirato, con el 'Libro de los Vinos de Jerez' de César Saldaña. Son ellos tres - para mi desde ahora - 'primus inter pares'. Y me enorgullezco en decirlo, creo que ya yo sin el rastro de 'estigma profesional', que impidió que don Arcadio Saldaña Trillo, me rescatara para el Sector en 1985, como el mismo me confesó su frustrada intención.
Mas no es aquello del 'estomago agradecido' por el intento, que se decía apropósito de la lisonja en los inicios míos en la Comunicación y publicación. Se trata del convencimiento tras contemplar, leer y admirar el nuevo libro del actual Presidente del Consejo Regulador.
En su presentación oficial, estuvo más convincente Jorge Pascual - uno de los cinco presidentes de Consejos allí presentes - que el mismo editor y ministro Pimentel (el cargo es vitalicio en el trato). Mas con el libro de Saldaña en la mano, convence tanto por su contenido como por su continente, que nos encontramos ante una obra preciosa y preciosista por erudita, didáctica y de hermosa ilustración, en definitiva.
Cesar Saldaña, nos muestra todas sus capacidades intelectuales: economista, comercial internacional del jerez y directivo y máximo representante ahora, de nuestro organismo regulador desde hace mas de dos décadas. Pero también sus dibujos y esquemas a plumilla que ilustran la Obra y muchas de las fotografías que contiene - que él mismo realizó y tomó- nos demuestran que no solo es un artista de la Comunicación.
La editorial Almuzara, hace una cuidadísima edición, desde el titulo - que difícilmente podría ser otro- hasta la elección de los subtítulos y tamaño y tipo de letra en su cubierta, límpida portada y contra con autorizadas criticas, tapas y papel sedoso. Capitulación y centrado del cuadernillo de fotos. No pesa pagar su generoso precio. Espero amortizarlo, gastando el libro en su uso, como tengo a los otros dos citados.
Solo espero que en la segunda o tercera edición, Cesar se digne hacer referencia hasta a un centenar de otras obras literarias 'alrededor del vino de jerez' de los últimos años. Porque si, son todas las que están, mas no están todas las que son. Felicidades.
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