Antonio Cosano Ramal

Mi Miscelánea flamenca - Cátedra de Flamencología de Jerez

Tribuna libre

31 de diciembre 2024 - 03:05

Nos dicen los expertos del psicoanálisis del cerebro humano, que hay que obligarse a tener la mente activa, y para ello, ejercitarla mental y físicamente. Mis amigos y conocidos a los que cito, bien que lo cumplen. Vaya pues por ellos.

Siendo el tiempo, mi tiempo, un gran dilema conforme avanzo en la edad, por “escaso, efímero y preciado”, no es óbice para cumplir con mi compromiso a una apreciada persona con la que me comprometí a escribir unas líneas para expresar públicamente mi inmensa gratitud, que por sentida y sujeta a los avatares del destino, no ceja en su compromiso de seguir con un trabajo personal y digno de encomio. A esa persona que con su dedicación deja constancia de una labor ingente y a veces mal gratificada. No es mi caso porque para mí, la enseñanza que me hace llegar a día de hoy aún, es infinitamente apreciable, tanto por su labor altruista, como por la de mantener viva la tradición del flamenco en el tiempo.

Obviamente, como en otras disciplinas, si estas al frente en primera línea de la trinchera y cuentas con un equipo de personas afines a tus ideas, hace más llevadero el esfuerzo, y más reconfortante los días dedicados en cuerpo y alma a la afición y estudio del flamenco. Equipo en el que no puedo obviar a mi amigo Pepe Marín, a Juan de la Plata (qepd), Manolo Naranjo, cuyo ingente esfuerzo por el estudio del flamenco nos debe hacer pensar en que es un gran referente, etc., cuya aportación a la memoria y tradición oral del flamenco es de agradecer por el trabajo y la dedicación.

Quisiera aprovechar y dejar constancia también para una persona entrañable para mí, que perdió muchísimas horas con sus programas radiofónicos a través de las ondas, rodeado de un equipo, que como todo en la vida, se fue diluyendo y nos fueron dejando. Incluso ha plasmado en libros sus conocimientos. No puede ser otro que don José María Castaño Hervás, a quien personalmente agradezco sus tiempos dedicados al flamenco de donde sigo aprendiendo a día de hoy.

Creo que hay una persona muy especial en la vida de la persona que lisonjeo, sabedora como nadie de los pros y los contras del día a día de su pareja en lo flamenco, cultura y futbolístico. Una persona ligada por el juramento del matrimonio eclesiástico, creyente y sin igual para mí, que además acumula estudios reglados y sapiencia flamenca como para departir con su esposo, a quien dejo estos mis pensamientos. Hablo obviamente de Patricia Noelia, gran técnica municipal.

Lo de mi miscelánea viene porque he de aprovechar para recordar que el 2 de mayo ppdo., en el C.A.D.F, el precursor de mi carta, presidente de la Cátedra de Flamencología de Jerez y mi amigo Pepe, me hicieron desplazarme a un acto. Pude aprender de don José Luis Ortíz Nuevo, que disertó sobre el Ali, Ali, Ali de la Paquera, a quien se dedicaron unos días por la Cátedra. Hacía tiempo que no se me ponían los vellos de punta escuchando las experiencias del orador. La forma de hacerlo y el conocimiento trasmitido. Mi pena fue, que como suele pasar en Jerez, en esa disertación no reconocí más que a Julio, ex presidente de Los Cernícalos, en lo que a las peñas se refiere. He vivido muchos actos así, por tanto, no me sorprende el concepto que cada cual tiene del flamenco en Jerez y al que nos hemos acostumbrados.

En mi miscelánea quiero introducir a una persona que por estudioso del cante flamenco, de atrás y de delante, una noche de las del final del concurso de Vejer acudía como primera figura al cante, cuando cerrando el acto por bulerías a las 02 am, como suele ser propio si eres de Jerez, fue interpelado por el público para que cantara “fandangos”. Fue la primera vez que viví un momento como aquel, en el que por su sapiencia, al compás de los 12 tiempos de la Bulería, se metió por fandangos. Algo para ser vivido y algo que solo puede hacer quien tiene el conocimiento necesario. Mi amigo Pepe, al que acompañé en muchas noches de las de Vejer, me comentó que ese cambio él lo había vivido antes. Como es obvio imaginar, él acumula muchos años recorridos en el flamenco con grabadora de cintas en ristre. Una enciclopedia viviente a mi entender.

Y termino diciendo que, si han llegado a este punto de la lectura, habrán imaginado de quien hablo en esta carta, no es otro que de don Fran Pereira, estudioso y valiente donde los haya, porque no dice verdades a medias bajo mi punto de vista. A veces eso es políticamente incorrecto, no obstante, contará con mi amistad siempre, desde que llegué a conocerlo por primera vez en las navidades pasadas de 2006, coincidiendo con la celebración de una zambomba.

Por todo lo anteriormente expuesto, a quienes menciono expresamente y a quienes no he podido incluir por falta de espacio u olvido, no me queda por más que agradecerlo públicamente a través de este escrito.

stats