Pepe Soto

No diré que no tengo palabras de agradecimiento

09 de septiembre 2024 - 03:06

El director de la Real Academia Española de la Lengua recibió este año el título de Hijo Predilecto de Andalucía. En su discurso dijo: “No diré que no tengo palabras para agradecerlo, porque tengo muchas en verdad: un diccionario lleno de voces antiguas y modernas del español que hablan más de 500 millones de personas en el mundo. Pero vale decir gracias, que es una palabra inigualablemente hermosa y expresiva”.

He tomado prestadas estas palabras de Santiago Muñoz Machado, porque definen con precisión el enorme agradecimiento que siento a cuantas personas e instituciones han hecho posible un milagro: el I Encuentro de la Ciencia de Jerez.

Bajo el título de ‘Nuevos Caminos contra el Cáncer’, el próximo 8 de octubre se darán cita en los Museos de la Atalaya 10 científicos (8 de ellos de Jerez), de los cuales 9 estudian el cáncer en prestigiosos laboratorios y universidades de España y Estados Unidos.

Ni en el mejor de los sueños podríamos imaginar algo así en nuestra ciudad. Jerezanos, científicos, investigación, cáncer, jóvenes, mujeres… Un lujo al que todos estamos invitados, sólo tienes que inscribirte gratuitamente enviando tus datos a: jerez@contraelcancer.es

Está dirigido a todos los públicos, a todo aquel que quiera saber algo más de esta grave enfermedad y, sobre todo, por qué caminos de esperanza discurre la ciencia en estos momentos y cuáles son sus retos más importantes. Porque, como dijo Hipócrates en el siglo V a.c., “no hay enfermedades sino enfermos”.

Mi agradecimiento más sincero a la AECC (Asociación Española contra el cáncer), que organiza el Encuentro; al Ayuntamiento de Jerez (cuya Alcaldesa creyó en este proyecto desde el principio, así como Antonio Real, José Ángel Aparicio y Yessika Quintero), a la Diputación de Cádiz (que ha puesto los medios para su desarrollo, con Susana Sánchez al frente), a los Museos de la Atalaya, al Instituto Charbel, y a las empresas Bring y Alcázar Catering (que han sido compañeros de viaje).

No puedo olvidar a mi amiga Ángela Valle, que coordina el proyecto “Esencia”, con motivo del 540º aniversario de la Yeguada de la Cartuja. Ella puso en mis manos esta idea maravillosa, que el 8 de octubre verá la luz. También a mi querida Miriam Morales, directora de los Museos de la Atalaya, que forma parte de ese reducido grupo de elegidos que te hacen la vida un poco más fácil.

Y he querido dejar para el capítulo final de agradecimientos a los ponentes, gracias a su generosidad y entusiasmo podremos convertir un sueño en realidad.

Marta Puyol, Jesús Corral, Alejandro Bertolet, Irene Felipe, Macarena Fernández, Alejandra Guerra, Sandra Hervás-Stubbs, Paloma Martín-Bejarano, María Rosa Durán y Mercedes Nieves-Morión.

También mi profundo agradecimiento al periodista jerezano Eugenio Camacho, que no dudó un segundo en colaborar con esta hermosa tarea de poner el conocimiento al alcance de todos.

Y a mis admirados Paco Lobatón y Anabel Carrillo, cómplices en ésta y otras aventuras de la vida, con quienes guardo una deuda de gratitud que nunca podré saldar.

Pido disculpas de antemano por si olvido a alguien, son muchas manos anónimas colaborando: profesionales y voluntarios de la AECC, que aportan el latido necesario a la asociación, los medios de comunicación, con su altavoz solidario…

Dice mi amigo Juan Luis Muñoz Escassi que entre todos podemos cambiar el mundo, cada uno desde la pequeña parcela donde le ha tocado vivir. Yo añadiría que estos ponentes, estos paisanos nuestros por el mundo, ya lo están haciendo, cada uno desde su laboratorio o universidad, donde ponen cada día todo lo que saben para erradicar, más temprano que tarde, esta enfermedad.

Hay personas con las que uno queda y hay personas que se quedan en uno. El trato este año con los ponentes me ha enriquecido de una manera extraordinaria. Ellos representan lo mejor de nosotros mismos: esfuerzo, tesón, valentía, estudio, sueños, investigación, entusiasmo…

Por todo ello, sencillamente gracias.

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