Jaime Sicilia
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Debemos aprovechar la oportunidad que se nos ofrece de la intención de hacer de la ciudad de Jerez, Capital Europea de la Cultura en el año 2031.
Algunos, pensaran que es una locura, y otros…, vaya usted a saber. Solo recordare que han sido los grandes proyectos los que han potenciado la ciudad de Jerez como destino turístico, los que verdaderamente crearon un punto de inflexión que nos ayudó a revitalizar los nuevos paradigmas turísticos en los que, en la actualidad, se encuentra Jerez y la provincia de Cádiz, posicionándonos esos eventos en el mapa turístico internacional.
Este acercamiento entre Cultura y Turismo, se producía en España cuando en 1900 el Conde de Romanones unificaba en el Ministerio de Fomento las competencias de Patrimonio y Turismo, podríamos repetirlo.
Si entendemos por cultura una fuerza motriz de la sociedad, un factor de vitalidad, de dialogo y de cohesión y gobernanza. Podemos permitirnos llegar a la afirmación que el valor del turismo está creciendo con la cultura. Es un proyecto para apoyar. Pues la multiplicidad de la oferta cultural, tanto de Jerez como de la provincia de Cádiz, tiene peso suficiente para aprovechar la oportunidad de presentarse a Ciudad Europea de la Cultura, repito con dialogo, cohesión y gobernanza. Hagamos dos reflexiones.
Una. ¿Qué sería de la Provincia de Cádiz sin el sector turístico? Y otra, ¿Le hemos dedicado a este crecimiento turístico los medios técnicos y económicos necesarios para poder posicionarnos en un turismo más estructurado, organizado, ordenado, de calidad y sostenible? En otras palabras, le hemos dado al turismo, lo que el turismo nos ha dado y sigue dando.
A casi todos nos afecta y casi todos dependemos de él. Debemos remar en un mismo sentido. Para lograr un crecimiento equilibrado y un mayor bienestar social. Desde mi humilde punto de vista, aprendiendo de los aciertos y errores de la historia del turismo en nuestra provincia en estos cuarenta últimos años, esta candidatura de Jerez a Ciudad Europea de la Cultura deberá apoyarse en el cambio de objetivos y en políticas de desarrollo más exigentes, justificadas en tres razones principales:
a) Justificación económica. No es otra que la elevación de la tasa de crecimiento de la actividad productiva, no sometida a un mayor número de turistas, sino a la calidad del mismo. Enfocando la calidad de nuestra oferta a un mayor rendimiento económico, y a un mayor gasto turístico. Manteniendo como suficiente, un crecimiento medio real anual sostenible no más del 3%. Nuestra carga turística no permite más. Ello nos lleva a la segunda reflexión, la Conveniencia social. Hoy nos encontramos que solo el turismo de manera sensible –y algún otro sector de proyección internacional– tiene capacidad para crear valores significativos en la generación de empleo.
b) La tercera y última, posiblemente la más difícil de todas. La oportunidad política histórica, de conseguir, que la capacidad, la fuerza y los recursos de nuestra Provincia de Cádiz lo sumemos todos juntos para una mayor competitividad turística de nuestra provincia. A mayor oferta, y aquí la tenemos, seremos más competitivos. Y entre todos conseguiremos atraer turismo con otras motivaciones que las tradicionales de sol y playa. Proyectando, insisto entre todos, una mayor e integral oferta.
Este proyecto, nos ayudará a construir el destino turístico Provincia de Cádiz, con una proyección de excelencia y firmeza en las prestaciones turísticas.
Para ello, y con toda prudencia y siempre sumando, me permito indicar algunas de las acciones prioritarias para la presentación de esta candidatura.
1. Una apuesta por parte de todas las administraciones, para que aseguren la gestión del éxito de la candidatura.
2. La creación de un marco financiero que facilite abordar nuevas políticas turísticas e inversiones públicas. Crear unos presupuestos en alza que recuperen los niveles perdidos tras la reducción sistemática de los últimos tiempos. Ofreciendo una financiación más adecuada y estable dentro del nuevo marco de financiación.
3. Una más fluida y estrecha coordinación con la participación del sector privado. Coordinando las políticas turísticas, las inversiones y la gestión operativa de las infraestructuras públicas.
4. Mantener el espíritu de las reformas estructurales, especialmente en el ámbito laboral, permitiendo conseguir un aumento de la oferta y un programa de
5. desestacionalización, que genere un mejor empleo y mayores efectos directos e inducidos sobre el tejido social y las economías locales.
Estas actuaciones que proponemos, serán imposibles de realizar si todos los agentes dinamizadores y productores que intervienen no lo asumen, con actitud convencida y con absoluta credibilidad, solo en ese caso lo conseguiremos. ¿Y por qué no?
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