Ignacio García

La tradición

Los árboles y el bosque

23 de octubre 2024 - 03:05

Todo cambia. El paisaje de ayer no es el mismo de mañana. Cambia nuestro cuerpo y no solo de apariencia, cambia el sentimiento, la percepción de las cosas. Cambia a nuestro lado la persona más querida, Cambian los hijos, a los que les crecen alas para volar. Cambia el clima. No hay dos días, ni dos noches, iguales. Y lo que cambió tampoco es permanente, porque seguirá cambiando.

Los cambios, a veces, duelen o, por lo menos, molestan. Sobre todo cuando alguien se cree con derecho a disfrutar de un espacio de confort consolidado. Pero, aunque no queramos cambiar, los cambios están ahí. Los cambios siguen. Sin embargo, hay quien no quiere verlo y se aferra a la llamada tradición, al “siempre se ha hecho así”. La tradición es muy cómoda, especialmente si no se tienen argumentos razonables. La tradición es el búnker del miedo. Miedo de la derecha al emigrante “porque va contra nuestras tradiciones”. Miedo a los cambios en los modelos de familia. La Iglesia Católica – y prácticamente todas las iglesias y religiones – tienen miedo a abrir espacios de presencia pública y decisión a las mujeres. O sea, tienen miedo a las mujeres ¿por qué, más allá de la tradición?

Pero no solo las iglesias. En pleno siglo XXI, tras casi cincuenta años de democracia, los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado siguen celebrando sus fiestas con misas a las que se asiste con uniforme de gala. Como si a la Última Cena hubiesen asistido los soldados romanos. Como si aún estuviésemos en un estado confesional fascista.

Es hora de abrir las ventanas y echar fuera tanta tradición sobrante y rancia para dejar sitio a que la razón gestione “los signos de los tiempos”.

A quien pueda, le recomiendo que escuche la canción ‘Todo cambia’ de Julio Numhauser, interpretada por Mercedes Sosa. Habla de todo esto.

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