Tribuna Económica
José Ignacio Castillo Manzano
La lotería del Niño y el impuesto a la ilusión
Opinión
En incontables ocasiones he referido –siempre desde mi personal criterio- que no debemos avanzar sin que de vez en cuando echemos una mirada hacia atrás tratando de no olvidar lo pasado, lo vivido y lo creado en los más diversos campos del arte: poesía, prosa, música, teatro, etc., a fin de seguir manteniendo viva la memoria de quienes nos han precedido. Es el caso que hoy ocupa mi atenciónl recordar a Manuel Fernández Molina “Parrilla de Jerez” que, de vivir, cumpliría en este 2025, ochenta años. Manuel nació el día primero de septiembre de 1945 y falleció el 6 de junio de 2009.
Hoy, cuando 2025 aún está despertando, gracias a mi amigo Francisco Benavent que me lo ha recordado, he vuelto a echar una mirada hacia atrás centrada en esa gran figura de la guitarra flamenca -gitana como él gitano- que fue “Parrilla de Jerez” y que, de vivir, cumpliría 80 años en el sexto mes y en su día sexto de éste 2025.
Mi recuerdo de Manuel se centra –aparte la amistad- en el trabajo en común llevado a cabo lo mismo en grabaciones discográficas que en actuaciones en galas y festivales flamencos. Echando cuentas me salen dos grabaciones a las que Manuel le puso la magia de su toque: Romances Rocieros, promovida por Mesón “La Cueva” con la colaboración del tamborilero José Antonio Vázquez, en edición de Izquierdo Producciones, de Chiclana, en 1987. Un segundo trabajo sonoro, titulado Poemas Andaluces a Compás, fue una edición de Caja San Fernando Sevilla-Jerez realizada en 1996 con la colaboración de Melchora Ortega y Antonio Fajardo. Tras las frases de agradecimiento dedicas a la empresa patrocinadora, insertas en el texto acompañante del sonido escribí las referidas a Manuel: “A “Parrilla de Jerez” por hacer posible que éste trabajo alcance su dimensión exigida, porque sin su guitarra, sin su toque, no habría tenido valor alguno”.
No desearía extenderme demasiado en la reseña de la colaboración habida entre una guitarra, la de Manuel Fernández Molina “Parrilla de Jerez” y mi trabajo, pero no puedo obviar en este recordatorio el trabajo en común que, con el cante de Diego Vargas y el baile de Maribel Reyes (qepd) llevamos a buen puerto con una función teatral titulada “Entre Víznar y Alfacar”, con la figura y obra de Federico García Lorca como centro de la acción.
Del homenaje ofrecido al guitarrista en las instalaciones de IFECA, para el que tuve una ayuda especial de la Federación Local de Peñas Flamencas, presidida entonces por Alfonso García, solo quiero resaltar la colaboración de numerosas figuras del cante, el baile y el toque. Quiero destacar sólo un nombre: Francisca Méndez Garrido “La Paquera de Jerez”, única, con el respaldo guitarrístico de su “Parrillita”.
Otros encuentros con Manuel sobre un escenario fueron en el espectáculo que su hermana Ana (qepd) y él dedicaron el 1 de octubre de 1987 en el Centro cultural de la Caja de Ahorros de Jerez, Plaza de las Marinas, homenaje al padre de ambos, titulado “En torno a Tío Parrilla”. En dicho recinto –no recuerdo la fecha de su estreno-, estuvimos juntos en el espectáculo “La Fragua de Tío Juane”, con el titular y sus hijos Cayetano “Nano de Jerez” y Manuel “El Gordo”. Dicho espectáculo recorrió la provincia respaldado con posterioridad por la Diputación de Cádiz. En una segunda vuelta, otras magníficas guitarras también, se sumaron al espectáculo.
La circunstancia de recordar hoy a Manuel Fernández Molina “Parrilla de Jerez”, en el 80 aniversario que a no dudar habría celebrado de seguir vivo, embrujándonos con su guitarra, quiero ampliar el recuerdo hacia sus hermanos Ana y Juan, así como a sus padres, Bernarda y Tío Parrilla, a quienes traté con la misma familiaridad y cariño que ellos me demostraron. Que el Cristo de la Plazuela, ante y frente a su capilla de la Yedra se habló de erigir un monumento a Manuel y nunca más se supo –yo al menos no sé nada y nunca lo supe de manera directa-, les mantenga unidos a su vera, y a los que estamos aquí nos de salud y así poder recordar, como hoy, a aquellos que se fueron.
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