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Entrando en agujas
La cartelería, de un tiempo a esta parte, se ha salido de madre; quizás, por el dominio absoluto de calenturientas mentes con demasiadas ínfulas, poco conocimiento, interesados argumentos y manejos espurios que influyen en muchos muy fáciles de convencer. Eso, en Semana Santa sobre todo, es una constante que cada año se pone de manifiesto y que va, desgraciadamente, a más. Los carteles de hoy en día anuncian poco pero dan mucho que hablar. Se escogen a artistas -o lo que sean- más que a verdaderos comunicadores de la imagen que sepan cuáles son las funciones de un verdadero cartel.
La exageración absoluta de ese elitismo carterlista ha llegado a su extremo máximo con las obras de Salustiano, en el cartel de la Semana Santa de Sevilla de 2024, y en el de Luis Gordillo para la Hermandad de la Macarena de este año. A estas alturas, todavía, no se ha presentado el de la Feria de Jerez; algo bastante raro. Me temo cualquier cosa y no espero nada bueno. ¡Vamos a ver qué pasa! El lunes se debió presentar el de la Hermandad del Rocío de Jerez para la próxima Romería. La muerte del Papa atrasó la presentación. El mismo lo ha hecho Uta Geug, la pintura alemana residente en Sanlúcar. Conozco la obra y voy a dar unas leves pinceladas, sin desvelar nada. Es un cartel clásico en la concepción plástica; realizado con sereno formalismo, medida manifestación representativa y personales fórmulas pictóricas. Como ella hace las cosas. Pero, al mismo tiempo, es un cartel nuevo, distinto, muy a lo Uta; con los puntos icónicos de su trabajo siempre positivando un carácter estético que le es propio. En el cartel se presentan todos los infinitos elementos que concurren en la Romería y se nos aparecen en un máximo argumentario colorista, con ese especial sentido de la representación que Uta da a sus obras; con desarrollos y desenlaces formales únicos y particulares. Así, se observa un encadenamiento de elementos ilustrativos sobre la Romería hasta configurar un bello entramado en el que los ojos de la Virgen tienen mucho que decir.
Es buena pintura y, creo, buen cartel. Los gustos, las opiniones y los intereses de los ‘enterados’ lo elevarán a los altares o lo condenarán para siempre. Es lo que hay.
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