Asociación Andaluza Jerezanos de la Diáspora

Asociación Andaluza Jerezanos de la Diáspora
Asociación Andaluza Jerezanos de la Diáspora

26 de abril 2017 - 17:52

Tras la presentación de Km. 0, toca entrar en materia. Y en el primer kilómetro de esta joven sección quiero que conozcan la existencia y el contenido de una asociación muy jerezana, que inscrita en el registro oficial de asociaciones andaluzas, lleva ya más de 40 años llenando los aires de la capital de la más pura de las jerezanías: la Asociación Andaluza Jerezanos de la Diáspora.

Como algunos de ustedes ya sabrán gracias a las páginas de este periódico, el acto principal de esta asociación que les presento es la celebración de una reunión anual en la capital en torno a una berza auténticamente jerezana, que desde hace algunos años nos prepara con gran maestría nuestro paisano 'diasporero'Diego Gil, dueño del restaurante madrileño La Quinta. Su logo es la Plaza del Caballo, con eso les digo todo. La combinación de una copa de fino -que desengrasa- con lapringá de la berza en plena capital, emociona hasta al más duro de los jerezanos.

Yo llevo viviendo en Madrid once años. Ahora tengo 29. Aunque parecía difícil después de la presentación, hoy les doy dos datos nuevos sobre mí. No está mal.

Pues hace nueve años, cuando sólo tenía 20, acudí a mi primera reunión de los jerezanos de la diáspora. Lo hice sin saber exactamente qué me iba a encontrar. Sabía gracias a Diario de Jerez que era una reunión de jerezanos afincados en la capital, que todos solían ir en corbata y que siempre se aprovechaba y se daba un homenaje a un ilustre paisano. Ese año, se lo dieron al difunto bodeguero y reconocido ornitólogo D. Mauricio González-Gordon con el que, a pesar de mi juventud y su protagonismo en esa celebración, tuve la oportunidad de hablar un buen rato aquel día sobre Jerez y el jerez. Momento que siempre recordaré con gran cariño.

Allí que me presenté no sin cierto miedo -nadie me había invitado- acompañado de mi excelente amigo y también novato en esas lides Pablo Cantos. Después descubrí que para participar de la diáspora jerezana no es necesario que nadie te invite, basta con cumplir dos sencillos requisitos: querer ir y querer a Jerez. Pero la novatada es la novatada.

Una vez dentro, me quedé impresionado por la cantidad de jerezanos distintos reunidos en un salón de celebraciones. Enseguida me ofrecieron una copa de oloroso. La cogí y casi me la bebí de un trago. Parece que la esté saboreando ahora mismo.

En ese momento, un grupo de veteranos 'diasporeros' debieron oler mi inquietud y la de mi amigo desde la distancia y nos llamaron para que nos sentáramos con ellos. Era una mesa relativamente cerca de la presidencial, donde después supe que se sientan el homenajeado presente, los pasados, patrocinadores, representante municipal y autoridades de la asociación. Estos jerezanos que enseguida se convirtieron en amigos, nos dieron un cursillo acelerado de 'diasporero' y, entre otras cosas, nos enseñaron que para alcanzar a más brandy en el postre, era clave sentarse cerca del homenajeado. Por un momento podía parecer que su objetivo por acogernos era bajar la media de edad de la mesa a 75, pero poco tiempo después intuí que si alguien era joven allí eran mis nuevos amigos; quienes a pesar de la edad en el DNI, su alma jerezana y su alegría por haber llegado a tiempo un año más para poder compartir esta celebración de nuestra única y especial identidad en Madrid superaban con creces a la fuerza e ilusión de la mejor de las juventudes.

Desde ese día no he fallado ni un solo año a esta reunión. No sólo eso, sino que mi nivel de compromiso con los jerezanos de la diáspora ha ido incrementándose año a año y en este momento puedo decir con orgullo que soy el tesorero de la junta directiva que preside mi buen amigoMichi Primo de Rivera. Pero pueden estar tranquilos, no uso gomina.

Dentro de unos días, concretamente el próximo jueves 15 de diciembre, celebraremos el 41º encuentro de los jerezanos de la diáspora. Como desde hace unos años, lo haremos en un estupendo salón del Gran Hotel Velázquez de Madrid. Contaremos con la mejor berza de la capital, gracias Diego. Disfrutaremos de todos los tipos de vinos de jerez gracias a la colaboración desinteresada deSánchez Romate; y como broche definitivo podremos mojar en Cardenal Mendozalos pestiños y tarta de almendra de nuestro socio de honor, mi entrañable amigo Faustino Rodríguez, quien desde el bar más jerezano, elBar Juanito, lleva décadas apoyando a esta humilde asociación. Este apoyo se merece un artículo aparte. Ya habrá tiempo.

El homenajeado de este año seráD. José Bohórquez Mora-Figueroa. Jerezano ilustre, que por motivos de edad no tengo el placer de conocer, pero que por lo que me han contado y he leído va sobrado de méritos para recibir este sincero y afectuoso homenaje de sus paisanos en la diáspora.

Y como siempre, estaremos encantados de recibir a todos aquellos jerezanos en la capital que quieran compartir este estupendo rato de convivencia. Todos los que se lo estén pensando que no duden, estoy seguro que como a mí, habrá siempre alguien que les acoja y les enseñe cómo vivir la diáspora. En definitiva, cómo vivir Jerez en la capital.

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