Pedro Sevilla Gómez

¡Ay, Dios!

La columna

06 de julio 2012 - 07:32

Con una pasión digna de un principiante, con la pasión que da el conocimiento, el poeta Antonio Murciano (Arcos, 1929) se ha embarcado en una biografía del poeta más emblemático de todos los tiempos, el sevillano Juan Belmonte, y en una antología de poetas que tienen al toreo, y a dicho torero, como elemento lírico. La edición corre a cargo de la santanderina “Tauromaquia lírica” y cuenta con un amplio reportaje gráfico y dibujos sobre Belmonte.

De Juan Belmonte, “El pasmo de Triana” según el subtítulo del libro de Murciano, conocíamos el “Juan Belmonte, mataor de toros” de Chaves Nogales, que es, además de una biografía, un tratado sobre toros y toreros, sobre la tauromaquia y sobre la vida y la muerte. Antonio Murciano, en este libro que anunciamos hoy, se ciñe más al dato biográfico indubitado, al anecdotario belmontino, a la crónica dispersa por todo un medio siglo de corridas. Podemos encontrar desde la partida de nacimiento del padre del mataor, hasta un extracto del informe de autópsia emitido por el médico-forense el día en que Belmonte decidió que ya estaba bien la cosa y se descerrajó un tiro en la cabeza; podemos encontrar un cartel perdido en los años veinte o un azulejo trianero que eleva a los altares a San Juan Belmonte.

Murciano, adolescente octogenario, quizás nuestro poeta neopopular más activo, flamencólogo de reconocimiento internacional, enarbola en este libro su amor por el mundo del toro y por la figura de Belmonte. Incluso a los que no somos aficionados consigue trasmitirnos su pasión erudita, su dato cierto y mitológico.

Veo a Antonio Murciano con prisa. Lo veo, como digo, muy activo, señal de que quiere cerrar toda su obra, concluirla. Anda reuniendo ediciones discográficas de sus letras flamencas, cantadas por las mejores gargantas, por las más jondas, y tiene en imprenta un libro de canciones, “Canciones de andar y ver Iberia”.

Entre el flamenco, el romancero, los toros, sin olvidar su poesía de honda esencia, Antonio Murciano ha llegado a hoy como uno de los poetas más entrañados en el pueblo, en sus también hondas raíces. Este “Juan Belmonte, el Pasmo de Triana”, es un ejemplo más de su clara adscripción a lo popular, a lo que permanece y dura por debajo de las marejadas y turbulencias de la actualidad.

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