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Este año, Sanlúcar de Barrameda está celebrando que la ciudad es capital gastronómica en España. Y realmente lo lleva mereciendo desde hace tiempo. Porque no solo sabe defender su lugar privilegiado en plena desembocadura del Guadalquivir y con un horizonte paradisíaco como es Doñana. Sino que también antepone a casi cualquier cuestión sus vinos y su gastronomía. Y es que en ese sentido, Sanlúcar de Barrameda es número uno. Admiro de sus bares que siempre tienen manzanilla. Siempre. E incluso de varias marcas, además de la de la casa. Y se sigue bebiendo, al estilo tradicional: en caña o castora, o también en catavino. Pero ahí está siempre la manzanilla en las mesas y en las barras. El vino generoso con nombre de mujer es una de las grandes banderas enogastronómicas de Sanlúcar de Barrameda y sobre todo, porque los sanluqueños así la defienden. Al igual que los langostinos, un manjar riquísimo que, lógicamente en Sanlúcar entre su gente, su brisa y su aroma a mar, saben mejor, pero que no pierden su esencia si los disfrutamos en cualquier parte del mundo. En su lonja, podemos encontrar un pescado fresco de primerísima calidad y un marisco que nada tiene que envidiar al de cualquier otro lugar. Además, su restauración está al alza, conservando sus tascas marineras o céntricas donde rociarse con manzanilla después de un día de trabajo con tapas de toda la vida, o restaurantes de mesa y mantel donde saborear lo mejor de esta tierra pesquera. Las tortillitas de camarones son otro de los bastiones de una ciudad espectacular para comérsela todo el año. Porque Sanlúcar es mucho más que manzanilla, langostinos, pescado y tortillitas de camarones. La carne también tiene un papel fundamental en toda su gastronomía y por encima de todo eso está su gente. Su alegría. Su sol. Su frescura. Su playa. Y sus rincones incomparables. Todo hace una unidad perfecta llamada Sanlúcar de Barrameda. Y que con una buena manzanilla de Sanlúcar se resume en sabor y aromas. Por eso, en este viernes de marzo, y a punto de entrar en la primavera brindo con unas copas de manzanilla por Sanlúcar, su Capital Gastronómica y por todo lo bueno que tenemos la suerte de disfrutar en sus bares, bodegas y restaurantes. Disfrútenla, saboréenla y gócenlo con Sanlúcar.
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