Cuarenta

Canal Sur ha elegido los 40 años del 4 de diciembre de 1977 para estrenar su nuevo icono. Los números tienen mucha letra y no poca guasa. Las conmemoraciones canónicas siempre se han atenido a los diez años, los 25, los 50, los 75 y los siglos que vayan pasando, sea para conmemorar los siglos de Murillo, los de Trajano, un siglo para el milenio rizando el rizo, o los de Elcano. El código conmemorativo suele coincidir con las bodas de plata, oro y diamante. Cuarenta años es un tiempo algebraicamente incómodo que una generación de españoles asocia con los cuarenta años del Régimen de Franco.

Los periodistas también caemos en esa cuarentena y yo mismo este año que empieza a irse por la gatera del tiempo recordé los cuarenta años de la matanza de Atocha, de las primeras elecciones democráticas, de la Copa del Rey del Betis, la primera, y del Nobel de Literatura de Vicente Aleixandre. Tal vez porque 1977 es uno esos años gozne como lo fueron 1492, 1616 o 1789 y siempre hay que estar conmemorándolo.

Los Cuarenta tienen su literatura. Alí-Babá y los Cuarenta Ladrones, los Cuarenta de Aiete, nombre del palacio donostiarra donde se reunía el consejo privado de Franco. Decía Gil de Biedma que con los cuarenta empieza la nostalgia y ya se sabe que la nostalgia emborrona los recuerdos. La mayor operación de imagen y de penetración social con el número cuarenta fue sin duda el programa Los Cuarenta Principales que no hace mucho celebró sus cuarenta años en antena. Desde los tiempos del mítico Joaquín Luqui, era una forma de exorcizar un número que estaba demasiado cargado de connotaciones. Algo de lo que eran muy amigos los hagiógrafos del franquismo, que se inventaron unos 25 años de Paz el año 1964 del gol de Marcelino para festejar los devastadores efectos de una guerra cruel, con el añadido simbólico de que el rival de aquella gesta balompédica era la Unión Soviética y su portero Yashin, la Araña Negra del cartel del Mundial de Rusia 18.

A veces se conmemora algo para que el pasado entusiasta venga en ayuda del presente mortecino del que nadie se imagina celebrando sus cuarenta años. Cuarenta años. Cuesta trabajo eliminar la asociación con el chusquero ferrolano, que para más inri nació tal día como hoy hace 125 años. Su centenario fue recién acabada la Expo y sólo lo recordó Vizcaíno Casas.