Derechos de la humanidad

En estos días, en los que, además de muchas otras cosas y circunstancias notorias, nos encontramos en los centros, y en general en la ciudad, organizando actividades en torno a la lucha contra la violencia de género, las compañeras y compañeros que se involucran directamente en el tema, nos solicitan que pongamos especial empeño en las tareas de 'coeducación'.

Precisamente hoy, cuando se celebra también Santa Cecilia y hay programadas actividades musicales en diversos formatos y ubicaciones, se desarrolla un encuentro que pone en común muchas de estas experiencias.

Concienciar al alumnado, pero haciendo partícipe al profesorado y a las familias, es el fin de estas campañas de 'declaración ciudadana por la igualdad y contra la violencia hacia las mujeres'. Sabemos que la violencia de género es incompatible con el respeto a los derechos de la humanidad y se nos invita a asumir que el conflicto surge en un contexto de desigualdad entre los sexos y que necesita para su erradicación que tanto hombres como mujeres nos posicionemos pública y privadamente en su rechazo y deslegitimación.

Se trata de reconocer el esfuerzo que se ha realizado hasta el momento para manifestar que la violencia hacia las mujeres no es un problema exclusivo de aquellas que lo sufren, sino que afecta a toda la sociedad y debemos evitar que se fomente, tanto por acción como por omisión.

No podemos menospreciar a nuestros semejantes, simplemente debemos asumir la corresponsabilidad de las tareas domésticas y sociales.

Todas estas ideas quedan reflejadas en la denominada 'Declaración ciudadana' a la que aludíamos al principio del presente artículo, un compromiso que debemos suscribir para manifestar nuestra adhesión y compromiso.

Nuestra sociedad está cambiando y las conquistas conseguidas deben ser fruto de una evolución lógica hacia modelos más igualitarios, más desarrollados, más justos, más respetuosos y más equitativos.

Desde los centros educativos hay que promover lo que debería ser una realidad compartida.