La Feria Cofrade

Jerez/Acaba de rematarse la Feria del Caballo con el cansancio acumulado de tantos días de fiesta. Lo cierto es que la Feria se hace demasiado larga. Y si no, que se lo digan a los caseteros y, en especial, a las hermandades que montan sus casetas para sacar importantes beneficios de cara al curso que viene.

Hace unos años eran pocas las hermandades que trabajaban directamente las casetas. Incluso se llegó a decir que las cofradías se habían acomodado y que preferían ceder el servicio a profesionales de la hostelería y disfrutar de estos días de fiestas en la ciudad tranquilamente. Pero quienes afirmaban que las hermandades ya no eran lo mismo que en el pasado andaban equivocados.

El Real de la Feria sigue plagado de casetas cofrades y gran parte de ellas las siguen trabajando sus propios hermanos. Sudor y muchas horas de esfuerzo para sacar adelante el ambicioso proyecto de la feria, tan buena como ha sido este año si de beneficios se trata.

Hay que felicitar a casetas como las del Soberano Poder, las Viñas, la Entrega, la Redención, San Rafael, El Perdón, la Clemencia o el Consuelo. Por poner algunos ejemplos de buenos lugares para comer bien y a un precio muy apreciable. Corporaciones que gran parte de su patrimonio se debe, precisamente, a los días de feria y al gran esfuerzo que hacen sus hermanos.

Ahora toca descansar después de desmontarlo todo y hacer el recuento y balance contable. De camino, también se manifiesta un signo de la presencia de la Iglesia en el Real del González Hontoria. No estaban muertas sino que más bien esperaban su momento para volver por sus fueros muchas de ellas. Si se quiere avanzar en el canasto de un paso o llevar a cabo esa obra que tanto se desea no hay más remedio que pringarse en la feria. Ellos lo saben y tras el ‘trabajazo’ efectuado les felicitamos desde estas páginas.