Inmaculada Peña Ruiz

Sobre los "Monumentos mediocres" en Jerez (IV)

La Sacristía del Arte

25 de octubre 2021 - 07:58

LOS accesos a las ciudades deben de ser atractivos para el visitante, porque causar una buena impresión siempre genera expectativas positivas sobre lo que va a ver en ella. Pero en Jerez, parece que esto no se tiene en cuenta a juzgar por los monumentos que decoran diferentes entradas de la ciudad. (Hago un inciso para protestar por la manía que se tiene en colocar monumentos en rotondas… La rotonda es una construcción vial diseñada para facilitar el flujo de tráfico en intersecciones entre carreteras, no son pedestales.)

Volviendo al tema de los monumentos mediocres que tenemos en Jerez, esta columna la dedico al entrañable Bibendum, la mascota y símbolo de la empresa de neumáticos Michelín que todos conocemos bien. Con nueve metros de altura, está ubicado en la rotonda a la que da nombre en la Avenida de Europa.

Quizás no debería escribir sobre él, porque ni siquiera se puede considerar monumento, es un elemento publicitario en toda regla, por el que al menos ahora cobramos, gracias a un convenio de cuatro años, que implica a su vez acciones promocionales que redundan en beneficio de la imagen de Jerez. En definitiva, tenemos adornada una rotonda más.

En verdad, he de confesar que le he cogido un poco de cariño por la cantidad de años que lleva despidiéndonos/recibiéndonos con su mano alzada en señal de victoria. Aunque si te fijas bien, mira más hacia Guadalcacín… será el efecto óptico de los michelines del brazo.

Por decir algo bueno de él, los materiales en los que está hecho son de primerísima factura, todo un ejemplo. A diferencia de otros monumentos de la ciudad que se deterioran por su mala calidad, que se roban o sufren vandalismo, Bibendum permanece intacto, de blanco impoluto sobre su bloque de hormigón, todo un caso de estudio en materia de conservación.

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