El balcón
Ignacio Martínez
Motos, se pica
Editorial
MARÍA José García-Pelayo ganó ayer las elecciones en Jerez aunque sin mayoría absoluta. El Partido Popular perdió cuatro concejales y se quedó lejos de los catorce que le habrían permitido seguir gobernando en solitario. No le vale un pacto con la fuerza política teóricamente más próxima, Ciudadanos, mientras que los tres partidos de izquierda que han entrado en el Ayuntamiento -PSOE, Ganemos e IU- sí reúnen esa mayoría. El PP, en la línea de lo que ha sucedido en buena parte del país, sigue siendo el más votado pero pierde apoyos y recibe un importante castigo. Unos 15.000 votos se ha dejado en el camino el partido de Pelayo en estos cuatro años en los que ha gobernado la ciudad. El desgaste del gobierno municipal y en gran medida el de la marca PP han tenido mucho que ver en ese retroceso. El PSOE ha recuperado 7.500 votos respecto a las últimas elecciones y pese a estar lejos de sus mejores resultados, sigue siendo la segunda fuerza política de la ciudad y Mamen Sánchez logra su objetivo de devolver el protagonismo a este partido. Populares y socialistas, eso sí, han visto cómo una parte de sus votantes se ha ido a los llamados partidos emergentes, Ganemos y Ciudadanos, mientras que Izquierda Unida mantiene en Jerez un electorado fiel incluso en los momentos más complicados. El Foro Ciudadano se queda fuera del Ayuntamiento en sus primeras elecciones sin Pedro Pacheco, lo que pone en duda su continuidad como proyecto político. Hasta la constitución de la nueva corporación municipal el 13 de junio próximo se abre un período en el que habrá diálogo entre fuerzas políticas de cara a posibles pactos o apoyos. El PP tiene un panorama complicado en cuanto a pactos se refiere aunque como cabeza de lista más votada a Pelayo le corresponde gobernar a menos que el resto de partidos alcancen un acuerdo que lo impida. Ese es el mapa que los jerezanos (muchos menos que los que votaron en 2011) han querido para su ciudad. Hacer un llamamiento a la responsabilidad de todas las fuerzas políticas en estos momentos es obligado en una ciudad que cuenta con un alto índice de desempleo y no puede perder tiempo en la búsqueda de soluciones reales a sus problemas. Parecidos escenarios se viven en la provincia tras las elecciones de ayer, que arrojaron unos malos resultados para el PP hasta el punto de que perderá importantes alcaldías, tendrá que alcanzar acuerdos en muchos municipios y se quedará sin el gobierno de la Diputación provincial. El nuevo tiempo que se abre en los ayuntamientos con nuevo reparto de fuerzas y nuevos actores supone el fin de las mayorías absolutas que durante los últimos cuatro años dominaron el mapa político y conduce a los partidos al diálogo y la negociación.
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