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El nacimiento de la política moderna es la cesión del uso de la violencia al Estado, con el fin de evitar las agresiones arbitrarias por un procedimiento judicial, el habeas corpus, y la regulación de ese derecho a la legítima defensa proporcional y veraz. El reaccionarismo actual, esta manera del fascismo trumpista, putiniana, voxiana, etc., coincide con las fuerzas refractarias de entonces en considerar que suprimir el ojo por ojo va contra la Naturaleza. Hoy lo asumimos como la forma de convivencia sine qua non.
Puede que la creación de una especie de supra-Estado por encima de las soberanías parezca una ingenuidad; en Europa hemos tardado medio milenio en construirlo y seamos autocríticos: el resto del planeta era nuestra finca con esclavos o siervos, por eso no lo exportamos, por racismo. Pero debería ir por ahí el itinerario político si creemos de verdad en la libertad y los derechos. Ginebra, La Haya o la ONU son antecedentes, poco útiles si la economía no se ve afectada. Al final son entes sin poder real o susceptibles de ser parciales.
¿Fantasía? ¿Acaso no se ha globalizado la economía y parte de la cultura? ¿Era pensable eso? Al intelectual (y la política debería ser una actividad intelectual) le pedimos respuestas para lo porvenir. Legislativo y Judicial; a lo mejor bastaría con un par de poderes separados dejando la labor del Ejecutivo a los Estados, no haría falta un parlamento universal, inviable, bastaría con mantener la independencia pero con compromisos vinculantes para todos los países.
El aislamiento de Rusia prueba que la política puede gastar billones de dólares y millones de euros antes que millones de muertos. Una conferencia internacional en la que se retrataran todas la partes, incluida China (el peligro real), debería iniciar, al menos, el procedimiento. Lo bélico pasaría a ser una excepción sin amparo legal. ¿Dejaremos que la barbarie imponga sus normas?, ¿acaso la idea de Estado actual no fue utópica?
Esto es una idea motor, la organización de nuestra comunidad escalada al país, al planeta entero distribuyendo los tres poderes clásicos de otra forma, y vinculando su ejercicio a la participación en los beneficios del comercio. Creo que si no lo consideramos triunfará el neofascismo antiestatal; no se concibe Estado sin derechos, ellos sí: por eso son totalitarios.
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