La RAE del día a día

A rienda suelta

TODO aquel que crea que la Real Academia Española es una institución anclada en el pasado y los diccionarios son un ente perenne e incambiable es porque no los consulta muy a menudo. Precisamente, ayer se publicó la XXIII edición del diccionario de la lengua española después de 13 años, demostrando que a fin de cuentas es el usuario de la lengua quien conforma el interior de un diccionario y no al revés. De esta forma, incorpora palabras hoy tan corrientes relacionadas con las redes sociales como tuit, tuitero o bloguero, así como de uso cada vez más común como friki, wifi, chat, cultureta, birra, o feminicidio. Algunas de estas nuevas acepciones, por suerte, demuestran un avance en la conciencia de la sociedad ya que la palabra matrimonio por fin recoge la unión entre parejas del mismo sexo. También hay sitio para el sinsentido, ya que esta edición incluye el término 'amigovio' como el paso entre la amistad y el noviazgo o 'chupi'. Pero oye, la perfección no existe ni en la RAE.

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