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No existe un solo San Dionisio. La iglesia mudéjar prevalece, sin duda, pero no es la única. En realidad, puede entenderse también como el aglutinante que une a los otros 'San Dionisios'. Porque hay uno tardogótico que pudo ser y se quedó esbozado, inconcluso; otro barroco, de mayor desarrollo, aunque de vida más breve, que transformó su interior a la manera de un gran decorado teatral hecho de vibrantes yeserías; otro, opuesto al anterior, que supuso una reconstrucción ideal del edificio medieval; y, en definitiva, hay otros dos, el arquitectónico y el de sus bienes muebles, el de la piedra de sus sillares y el de la madera dorada de sus impresionantes retablos. Todo ello es San Dionisio, un conjunto de realidades en las que Fernando López Vargas-Machuca se adentra y a las que hace justicia en su último libro, 'San Dionisio: una visita guiada'.
Vivimos un momento excelente en lo que se refiere a la investigación histórico-artística en Jerez. No obstante, una perspectiva que nunca hay que obviar es la de la divulgación a un público no especialista o profesional. No estamos ante un planteamiento de escasa enjundia, ni fácil. Los historiadores del arte jugamos un papel fundamental: el de salir de nuestra torre de marfil para hacer comprensible el patrimonio a más número de personas y, con ello, mejorar su valoración por parte de la sociedad. Esto lo consigue Fernando López, con un considerable esfuerzo por sintetizar y simplificar sin perder el imprescindible rigor ni dejar escapar ningún novísimo aporte. La cuidada maquetación y la estructura de los contenidos ayudan a ello, incluso con sus varios niveles y opciones de lectura y su original y aclaratoria sección de preguntas y respuestas.
La presentación será este jueves 22 a las 17,30 en la propia iglesia. No lo duden, su autor nunca deja indiferente.
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