Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Crónica personal
Así ha iniciado su discurso en el Capitolio Joe Biden: "Señora presidenta, señora vicepresidenta. Ningún presidente ha pronunciado antes estas palabras ". Efectivamente, nunca hasta ahora ha habido una vicepresidenta en Estados Unidos coincidiendo Nancy Pelosi, que lleva años haciendo historia como presidenta del Congreso.
En España hemos tenido presidentas del Congreso y Senado, y muy poderosas vicepresidentas del Gobierno. Se asume con naturalidad la relevancia del papel de la mujer en la sociedad, aunque en los últimos tiempos se ha tergiversado y envenenado con debates que deberían ser ajenos a la defensa de la igualdad en todos sus términos: el empeño en vincular la defensa de los derechos de la mujer con la polémica sobre la violencia de género y, más recientemente, la abierta por Irene Montero al pretender que en las cuestiones de igualdad se equiparen no solamente los derechos de mujeres, hombres y transexuales, sino que se amplíen a lo que recoge el movimiento queer, que defiende que el sexo es un estado de ánimo, un sentimiento. Opinión que ni comparte el feminismo que tanto ha luchado por la equiparación de los derechos de la mujer a los del hombre, ni tampoco el movimiento feminista tan activo en el PSOE y que hoy abandera sobre todo una Carmen Calvo enfrentada a Irene Montero en esa cuestión.
En Estados Unidos contar con una vicepresidenta es un hito. Kamala Harris ya hizo historia cuando consiguió ser la primera mujer en ser fiscal general en California. Cargo electo, conviene recordarlo. Harris ha llegado a lo más alto -a falta de la Presidencia- por méritos y respaldo en votos, y es probable que incluso la Casa Blanca la esté tocando ya con los dedos. Biden es un hombre de edad y el relevo sería inmediato en caso de fallecimiento o incapacidad. Y si Kamala ya hizo amago de presentarse candidata a la Presidencia, con más razón lo hará en las próximas elecciones.
Biden se ha sentido muy orgulloso de contar con dos mujeres en cargos de la máxima responsabilidad. En España tenemos experiencia de vicepresidentas del Gobierno que han sabido estar a la altura y demostrar sobradamente que tienen tanta capacidad, o más, que los hombres. Con toda seguridad, esta generación verá a una mujer en La Moncloa: la opinión pública está preparada para aceptarlo con naturalidad y, sin duda, no hará peor papel que algún presidente que no formará parte de los mejores políticos que nos han tocado en suerte. O por desgracia.
También te puede interesar
Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
El microscopio
La baza de la estabilidad
El catalejo
Paco, sin juanma moreno
Gafas de cerca
Tacho Rufino
Nuestro maravilloso Elon