
Monticello
Víctor J. Vázquez
Trump pontificio
Desde el areópago
“No robarás”. Este mandamiento cobra una actualidad desmedida cuando nos sentamos a ver las noticias o a leer el periódico y vemos la gran cantidad de robos que se realizan en todas partes del mundo. En aquel tiempo era un mandamiento dirigido a no robar ninguna cosa, ni tampoco ninguna persona. Este mandamiento nos invita a todos a ser respetuosos del dinero y de los bienes ajenos. No le robemos a nadie ni su libertad, ni sus derechos, ni sus sentimientos ni su dignidad.
Dios nos invita siempre a dar y compartir generosamente con lo demás de lo que es nuestro, y sobre todo a no quitar a nadie lo que le corresponde en justicia. Pensamos además que robar sólo coincide con el perfil de persona que con un garrote rompe un cristal y que con la cara cubierta con un pasamontañas lleva un saco lleno de dinero y joyas robadas…y no sólo consiste en eso….también podemos defraudar y robar cuando no le damos al obrero, al comerciante, o en relación a los impuestos lo que corresponde pagar en justicia, y en muchos casos también por criterios de caridad roban aquellas personas que habiendo sido bendecidas con grandes bienes, no los comparten adecuadamente con las personas más desfavorecidas…son ladrones los que roban el dinero publico para engrandecer sus cuentas, roban aquellos que estafan y cometen fraudes para pagar menos impuestos o menos a sus asalariados…hoy más que nunca podemos demostrar que si todos tuvieran en su mente los mandamientos de Dios…tendríamos un mundo mucho más justo y solidario.
Y lo que más me abochorna e indigna poderosamente, es cuando compruebas que muchos de los que cometen fraudes fiscales y robos económicos no son precisamente “Robin Hodd” de hoy en día que roban a los mas ricos para luego darlo a los más pobres… ¡no!..muchos son ricos que roban a los más pobres…uno comprueba que muchos ladrones de hoy en día son personas que ya cuentan con grandes fortunas y que no roban para sobrevivir o para poder llegar a fin de mes…roban para engrandecer sus fortunas y sus lujos, escudándose en que con lo mucho que trabajan, los puestos de trabajos que dan, y los muchos millones de euros que ya pagan de impuestos, les da derecho a defraudar y robar para no tener pagar tanto dinero…
Muchos estarán de acuerdo con estas palabras, y se les habrán pasado nombres concretos por la cabeza…no los juzgues….y antes de decir nada, piensa que hubieras hecho tu si te dan una tarjeta con crédito indefinido, o si pasaran por tus manos cientos de millones de euros y sabes que si se desvía alguno nadie se dará cuenta, o si te dicen que haciendo este o aquel truquito falso pagas menos a hacienda…¿ Qué harías tu?, ¿ Serias el honrado maravilloso que lee este artículo?. ¿Cómo se podría redimir este pecado?, pues no sólo con la cárcel, es necesario acostumbrarse a que se devuelva lo que se ha robado…Este es el origen de la crisis económica que hemos atravesado: Muchos que han robado y no han tenido en cuenta este mandamiento. Parece que la norma que hemos vivido últimamente es todo lo contrario a la norma fundamental: Haz a los demás lo que a ti no te gustaría te hicieran. Si has robado…devuélvelo como puedas a los más necesitados…Amén.
También te puede interesar
Monticello
Víctor J. Vázquez
Trump pontificio
Quousque tandem
Luis Chacón
Puerilicracia gamberra
La ciudad y los días
Carlos Colón
Historia, memoria y manipulación
Brindis al sol
Alberto González Troyano
Isabel González Turmo
Lo último
Editorial
Un cónclave para tiempos convulsos
La tribuna
Se apaga la luz, se enciende el estrés
La Sacristía del Arte
El Crucificado de José de Arce: Patrimonio en alerta