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Jerez/MERECE la pena recordar el Vía Crucis celebrado el pasado lunes en la Catedral y felicitar a todos y cada uno de los cofrades que han colaborado en el mismo.
Un acto piadoso que, a pesar de la pandemia y los confinamientos, no se ha dejado de organizar en la Catedral de Jerez. Sin duda que un dato curioso.
Hay que felicitar a las tres hermandades que participaron de manera activa por y para la celebración de esta cita. Por un lado los cofrades de la Sacramental de Santiago que con su Cristo de las Almas nos recordaron a todos aquellos que se fueron en estos dos últimos años como consecuencia de la pandemia.
Por otro lado, la hermandad de la Salud de San Rafael que trasladó a la imagen del nazareno que abraza la cruz con amor. La salud anhelada para aquellos que enfermaron.
Y por último, los hermanos de Clemencia que pusieron a su bellísima dolorosa sobre un paso dorado para recordar que las esperanza es lo último que el cristiano puede perder.
De chapó las tres cofradías que estuvieron presentes y muy bien por la iniciativa de la Unión de Hermandades, por la oración del Vía Crucis escrita ex professo por el obispo José Rico Pavés. Enhorabuena al Cabildo Catedral por las facilidades dadas a todos, a las restantes hermandades por su participación y a las asociaciones como la de Santo Ángel que siempre está ahí al quite de cualquier necesidad..
En definitiva una nota alta para este acto que abrió la Cuaresma y no de cualquier manera. Los cofrades, una vez más, estuvieron a la altura del evento celebrado.
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