El microscopio
La baza de la estabilidad
J uan Luis es el nombre por el que todos lo llaman
U no que afirma ser vasco, aunque Bretón se proclama
A l tiempo que reconoce su identidad no muy clara
N o importándole no ser ni bretón ni de Vizcaya
L ondinense también fue, de traje cruzado y rayas.
U n buen día vino a esta tierra con su Múgica de Alava
I ncorporando su esfuerzo a la firma del Canasta
S in saber, o tal vez sí, que doble frontera cruzaba.
B ienteveó al jerez luego desde varias atalayas
R emando contra marea en la ocasión necesaria
E scribiendo mil informes y yo no sé cuantas actas
T rabajando cada día, sin desmayo, con constancia
O, por decirlo rotundo, como un mulo de carga.
N unca podremos, yo creo, en verdad darle las gracias.
A brisqueta a mí me sirve para seguir esta saga:
B autizó incluso a un fino, del que mejor yo no hablara
R epartio muchos millones cuando el Marco desgravaba
I beria fue su oficina en tiempos que son nostalgia
S oportó a muchos gerentes, unos buenos y otros vainas
Q uiso, y casi lo logra, hacer del Icex morada
U n mes de mayo, hace años, cabalgó con Dos Hermanas
E ntonces vino el milagro y en rociero mutaba
T eniendo desde ese instante su identidad ya muy clara:
A ndaluz de pura cepa ¡ y de Jerez la medalla!
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