¿Ábalos en el Congreso?

Por montera

ábalos sigue en su escaño del Congreso como si nada. Sí, ese Ábalos, ex ministro de Transportes, figura clave del caso Koldo, el escándalo de comisiones millonarias por mascarillas en plena pandemia, y cuyas investigaciones de la Guardia Civil se extienden a cuatro ministerios: Hacienda, Transportes, Interior y Sanidad. Se espera que aclaren sus contratos con la sociedad de Gestión SL, la empresa relacionada con Víctor de Aldama y Koldo García. A pesar del clamor político y mediático, nadie entiende muy bien por qué aún conserva su escaño. Bueno, en realidad sí se entiende: se llama aforamiento. En España, cerca de 250.000 personas están aforadas. Este estatus implica que solo pueden ser investigados y juzgados por tribunales superiores. ¿Y se puede quitar el aforamiento a alguien como Ábalos? No de forma individual. El aforamiento viene dado por el cargo. Para perderlo, tendría que dimitir o ser cesado. O bien, que el país entero decida cambiar las reglas del juego reformando la ley o, incluso, la Constitución. Spoiler: eso no pasa cada lunes. Pedro Sánchez lanzó el 17 de septiembre de 2018 uno de esos anuncios a lo grande por el que se comprometió a acabar con el aforamiento en España en sesenta días. Propuso su reforma constitucional cuando se tratase de delitos que no tengan relación alguna con el ejercicio de su cargo. Habrá cambiado de opinión porque no ha vuelto a hablar del tema. Llegados a este punto, si Sánchez no ha pedido el cese de Ábalos es porque entiende que sus relaciones con prostitutas y sus consabidos favores con dinero público, según Oscar Puente, “¿quién va a querer un puesto en empresa pública por 900 euros?” y presuntos delitos por las comisiones de mascarillas, no entran dentro de su cargo. Las investigaciones judiciales dicen lo contrario. El presidente no puede limpiarse las manos con echarlo del partido, puesto que es difícil de creer que, con tantos ministerios y gente implicada, no supiera nada él. Tan difícil no debe ser quitar esa prerrogativa que permite mantenerse en el cargo público con delitos a sus espaldas, puesto que es un hecho que en España seis comunidades autónomas retiraron el aforamiento: Cantabria, Canarias, Murcia, Baleares, La Rioja y Aragón. ¿Hasta cuándo permanecerá Ábalos en el Congreso? Pues depende. De la presión ciudadana, del coraje institucional y de que alguien en el Congreso, como Sánchez, esté dispuesto a votar contra su propio paraguas. O quizá porque le interese mantenerse aforado a él también.

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