El Oficio de Arrumbador
Brothers in arms
Línea de Fondo
El Xerez haciendo su historia
AQUEL verano del 85 sonaron mucho los Dire Strais, tras la publicación de su quinto álbum de estudio. La canción ‘Brother in arms’ daba título al disco, una canción triste, melancólica que traba sobre los compañeros que habían tenido que luchar en alguna guerra, que termina con una frase lapidaria: "Somos tontos por hacer la guerra, a nuestros hermanos de armas".
"But it’s written in the starlight, and every line in your palm, we’re fools to make war. 0n our brothers in arms".
Aquel verano del 85 el Xerez militaba en Segunda División B. Se hizo un equipo plagado de canteranos y la sensación generalizada entre los xerecistas, era que esa temporada tocaría sufrir de lo lindo.
Entre los canteranos estaban Osma, Suárez, Queco, Torres, Moreno, Correa, Navarro, Rosado, Perdigones, Ruíz, Castillo o Selma y algunos de ellos muy jóvenes. El ovetense Moncho era el entrenador. Aquel Xerez por el que nadie daba un duro, de hecho el primer partido disputado en Domecq lo acabó perdiendo ante el Talavera por un gol a dos, a partir de la jornada 20 precisamente en casa del conjunto talaverano, al que se impuso por 1 a 3, con goles de Queco, Pozo y Correa, empezó a escalar posiciones en la clasificación, para acabar ascendiendo a Segunda División con el famoso testarazo de Antonio Poyatos ante el Ceuta con un estadio Domecq a rebosar de xerecistas.
Aquel estadio dejó de existir un par de años después para convertirse en una urbanización. Chapín lo hizo Pacheco para que hubiera atletismo y no solo fútbol.
También se vio obligado a comprar el Xerez porque los xerecistas no suscribimos ni un 20 por ciento del capital social. Mas tarde buscó la fórmula de desprenderse del Xerez y desembarcaron los Oliver y demás empresarios de infausto recuerdos para el xerecismo.
Llegó el año que sonó la flauta y los xerecistas disfrutamos de un añito en Primera División. Ronaldo y Messi pisaron Chapín. Nos faltó muy poco para permanecer en Primera, pero el Xerez descendió en la última jornada en Pamplona ante el Osasuna.
Pasamos del cielo al infierno muy rápidamente, con la ayuda entre otros del presi, que poco antes había sido jaleado en la plaza del Arenal y en el balcón del Ayuntamiento y abogado concursal. Un tal Tebas, a la sazón presidente de la Liga. El resto ya es más que sabido por todo xerecista.
Yo podría haber sido de otro equipo, pero bueno, mi padre me enseñó a querer al Xerez. Podría haber sido del Industrial o incluso del Cádiz (por cierto a los dos les tengo un inmenso cariño y respeto). ¡Qué le vamos a hacer! , sigo siendo del Xerez y como escribió y cantó Mark Knopfler en Brothers in Arms “somos tontos por hacer la guerra, a nuestros hermanos de armas”.
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